𝑻𝑨𝑺𝑻𝑬 𝑶𝑭 𝑳𝑶𝑽𝑬 ─ 𝐺𝑊𝐼𝑁𝐴𝑀 ↻「 EN EMISIÓN 」AOUAD

００６♡

Aún no me quitaban el ojo de encima, todos excepto el señor con el que hablé hace unos momentos, me miraban extrañados y confundidos, pero era obvio me lo había ganado.

—Debemos ir a esa dirección. —señaló a las montañas.

—¿Quiere ir a Yandong? —pregunté.

Asintió.
—Si cruzan las canchas de fútbol y después cruzan la montaña, llegarán ahí. —agregó.

—Pues yo digo que no hay que esperar más, los zombies... —señalé hacia atrás— ellos no tardarán en venir.

—Bien. ¿Todos pueden correr? —preguntó el señor Nam.

Todos asintieron.

Corríamos hacia las canchas de fútbol para seguir con el plan del viejo. No podía evitar sentir cómo mi estómago ardía cada vez que miraba la mano de Sora tomada de la de ese pedacito de mierda, incluyo el diminutivo porque él es menor que ella.

Escuchaba y olía a los de mi clase, esos zombies estaban en nuestra garganta y no me equivoqué, al llegar a las canchas estábamos atrapados ahí. Los zombies buscaban un lugar por dónde entrar y devorar la carne que olían, y a decir verdad todos olían excelente.

Aquel viejo llevaba una mochila consigo en donde tenía bengalas, prendió unas y las aventó del otro lado en un momento que un grupo de zombies lograron entrar a las canchas. Uno de ellos logró derrumbarlo, él cayó al piso y le golpeó la cara con una de sus bengalas. Él parecía que quería distraerlos, siguió buscando cosas en su mochila, todos estaban yendo a la salida y no podía dejarle ahí dentro.

—Ah, ¿Qué está haciendo? ¡Vámonos! —lo jalé y lo levanté tomándolo de su brazo.

Al tomarle el brazo, su mano tomó el mío para él poder levantarse. El costado de su mano tenía sangre, le habían mordido.

De inmediato le miré y él me soltó.

—No hay tiempo, debe salir de aquí.

—¡No puedo! ¿No lo ves? —tomó la mochila del suelo y me la puso en el pecho— Gwi-Nam... —inesperadamente me llamó por mi nombre.

Le miré a los ojos confundido, sin saber cómo es que él sabía mi nombre sin antes habérselo dicho.

Pero claro que tuve que olvidar el día más traumático de mi vida o quizá, solo la peor de mis pesadillas. Ese día en la mañana, cuando mi madre dejó de existir en este mundo a causa de las sucias manos de mi padrastro.

Llamé al 119 de inmediato cuando mamá cayó al suelo, ellos contestaron un par de minutos después y mamá aún seguía tirada en el piso, mientras que él tomaba cerveza de la lata que sus manos manchadas de sangre llevaban.

Miraba escondido detrás de la puerta de su habitación, la mañana no había sido gloriosa conmigo aunque creí que hoy iría al parque de diversiones con mi madre.

—¿Mamá? —me acerqué a ella sigilosamente.

Me tiré al suelo al ver que la sangre que manchaba la alfombra blanca provenía de su cuello, rápidamente apreté la herida dejando que mis pequeñas manos se empaparan de su sangre.

La sirena de los bomberos se escuchó abajo, fui a asomarme a la ventana y les miré a ellos y a un par de patrullas policíacas. Detrás mío hacia mi padrastro, tocando mi hombro con más fuerza a cada segundo.

—Lo malo de esto, esque tú y yo no nos pudimos divertir nunca.

<<Palabras que jamás entendí hasta que tuve más consciencia y entendimiento>>>