Capitulo 13

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Todo lo que restó del día y la noche, me la pasé llorando. Observo mi reloj y este marca las cuatro de la mañana. Sollozo una vez más. Aún no puedo creer que Derek hiciera lo que hizo. La traición que Derek cometió hacia mí, es algo que me dolió mucho. ¿Cuál fue la necesidad? ¿Acaso las palabras que dijo ayer... eran ciertas?

Decido ir a un ginecólogo como emergencia porque la realidad es que estaba preocupada de que hubiesen ido más allá de lo que pensaba. Luego de algunos exámenes, la doctora me dijo que no había sido violada, por lo que me fue un alivio saber eso, igual me mencionó que no se había cometido ningún tipo de toqueteo en mi zona íntima, en otras palabras, lo que mencionó Derek era cierto, nada ocurrió la noche de ayer. Pero aún así me sentía un tanto... devastada.

En la tarde llego a mi apartamento y estando sola con una copa de vino en mis manos, la idea de renunciar al trabajo, viene a mi mente. Si me quedo en el trabajo, veré a Derek todos los días y mi mundo se irá a la mierda, la traición... eso es lo que me duele. Y no quiero eso. Me levanto de mi cama y me voy a bañar con un vago gesto. Tomo la botella de vino, lleno la tina completa de agua y me sumerjo no sé cuánto tiempo. Acabo la botella de vino en cuestión de minutos. Luego voy a mi cama y me acuesto... tremenda resaca tendré al otro día.

Día siguiente:

Me levanto en la mañana con mucho dolor de cabeza, por lo que decido tomarme un ibuprofeno acompañado con un gran vaso de agua. Luego de un largo baño, me visto para ir al trabajo, pero no para trabajar, sino para renunciar.

Una vez llego al mismo, subo a la oficina de Derek con el corazón en la boca. Cuando abro la puerta, Derek está ahí... Con los codos en la mesa y la cabeza entre sus manos. Nunca suele estar así cuando alguien entra a su oficina, por lo que me da una punzada de dolor en el pecho. Suspiro. Camino lentamente hacia él, llamando su atención.

- Annie -dice Derek levantándose de su silla-.

Mi respiración se vuelve entrecortada al observarlo. Tiene unas grandes ojeras, su cabello está todo alborotado, se le ve cansado. Como si no hubiera dormida nada y como si su noche se hubiese basado en wisky y tabaco.

- Sr. Smith... -me aclaro la garganta intentando no llorar- aquí tiene mi carta de renuncia -digo tendiéndolo la carta-.

- ¿Qué es esto? -dice Derek tomando la carta en sus manos-.

- Mi carta de renuncia señor -respondo-.

- ¿Qué estas haciendo? -suspira Derek-.

- Renunciando al trabajo.

- Toma asiento por favor -dice Derek sentándose en su silla-.

Tomo asiento y suelto un gran suspiro.

- ¿Por qué la renuncia Collins? -pregunta-.

- Derek...

- La pregunta estuvo de más -me interrumpe cerrando sus ojos fuertemente-, lo... lo siento... no he dormido toda la noche pensando en lo sucedido.

- Yo tampoco -digo con un hilo de voz-.

Ya lo habrá notado. Mis ojeras son eternas y en el rostro se me nota el cansancio. Derek me observa detenidamente.

- Pero no estoy renunciando tanto por lo sucedido -continúo-.

- ¿Y entonces por qué?

Cierro mis ojos fuertemente y doy una gran bocanada de aire.

- Me enamoré de ti... -susurro en mi cabeza-.

Enamorada de... ¿Mi jefe?Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora