Capitulo 2:

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Es lunes, día de volver al trabajo, así que como siempre, me levanto perezosamente de la cama y me dirijo al tocador a tomar una ducha. En el fin de semana no me comuniqué con Derek, necesitaba seguir pensando en su propuesta de casarme con él. Tomo un baño y luego me pongo mi uniforme de trabajo. Ya en la oficina, comienzo a hacer mi trabajo. No veo a Derek por ningún lado, ¿debería llamarlo? Creo que no, tal vez está en su oficina, no lo sé. Minutos después, alzo la mirada y veo que Derek está en la puerta, anda con dos personas, tal vez estaba reunido con ellos. Luego de Derek despedirse de las dos personas, dirige su mirada a mi. Se ve tranquilo. Derek comienza a caminar hacia mi sin quitarme la mirada.

- ¿Cómo estás? -pregunta-.

- Estoy bien -respondo en un pequeña sonrisa-, veo que estabas con alguien.

- Si, es por unas ventas que desean que hagamos a una empresa -responde Derek-.

- ¿A qué empresa? -pregunto-.

Derek tensa su mandíbula y suspira.

- A la empresa de Lauren.

Suspiro. Me quedo pensando un momento en los e-mails que ella a estado enviando. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Muevo la cabeza y vuelvo a dirigir mi mirada a la computadora. Siento que Derek aún me está mirando. ¿Por qué sigue aquí?

- ¿Podrías cotejarme las ventas del proyecto de Steve? Tengo mucho trabajo y no puedo hacerlo yo -termina de decir-.

¿El proyecto de Steve? Ese maldito hombre hace muchísimas ventas. Eso implica mucha información. Estaré horas muertas haciendo esto.

- ¿Para cuándo lo necesitas? -pregunto-.

- Para mañana -responde Derek-.

Refunfuño.

- Pero si no puedes, buscaré a otra persona.

- Puedo hacerlo -respondo con una sonrisa sarcástica-, para más decir, lo haré ahora.

Derek se retira de mi cubículo y yo le hago una pequeña mueca cuando no me está mirando. Derek se da la vuelta y dice:

- No me hagas muecas, es tu trabajo.

¿Cómo se dio cuenta? Eso hizo que algunos de los compañeros dirigieran sus miradas hacia mi. Y yo, como siempre lo hago, me sonrojo por la vergüenza. Llega la hora del almuerzo y aún no he comenzado a cotejar las ventas. Mi mente hoy no está para trabajar, pero es mejor que termine esto. Tal vez necesito comer algo. Podría llamar a Bruce. Tomo mi móvil y marco el teléfono de Bruce.

*Llamada telefónica*

- ¿Sucede algo señorita Collins? -pregunta Bruce al otro lado del teléfono-.

- No, emmm... Es que no he comido nada y tengo mucho trabajo, me preguntaba si podría traerme algo de comer...

- Claro que si señorita, ¿desea comer algo en especifico?

- No, puede traerme lo que usted quiera.

- Bien, le llevaré su almuerzo en 10 minutos.

- Vale, muchas gracias.

- De nada -responde Bruce-.

*Fin de la llamada telefónica*

Suspiro. Al menos no tendré que salir del trabajo. Comienzo a cotejar las ventas con lo poco que tengo en mente y luego de unos 10 minutos, Bruce llega con una bandeja.

- Aquí tiene señorita Collins, ¿dónde pongo su almuerzo?

- Puede ponerlo aquí -respondo señalando una pequeña mesa que está a mi lado-, pero, ¿por qué la bandeja?

Enamorada de... ¿Mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora