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— Ethel Hallow — dijo duramente con un tono de decepción la señorita Hardbroom, quien se encontraba en la oficina de la señorita Cakle, tras un oscuro escritorio de madera junto a la directora frente a Úrsula Hallow y su hija mediana, Ethel Hallow. Hardbroom miraba con dureza a la mediana de las Hallow y después pasaba una mirada fría a la madre de Ethel, mientras la señorita Cakle mantenía un semblante sereno.

En ese silencio tenso donde Ethel esperaba que aquella tortura terminara ya, su madre dió una mirada de despreció a su hija antes de ser la primera en romper el silencio.
— Entonces usted me llama porque dice que mi hija Ethel ha tenido conductas despreciables — escupió Úrsula Hallow tratando de asimilar la situación más que reafirmarla.

— Más que despreciables — dijo Hardbroom con un especial acento al inicio de si oración y frunciendo el ceño mientras hablaba.

Úrsula Hallow apretó levemente la mandíbula antes de mostrarse ofendida — Recuerde que esta injuriando a una Hallow señorita Hardbroom —.

Ada Cakle, quien se había mantenido en silencio y serena hasta el momento, finalmente alzó la voz para hablar.
— No pienso que sean injurias, Ethel ha mostrado un comportamiento antipático, tóxico y competitivo todo lo que lleva este ciclo y ha ofendido a una de nuestras profesoras en repetidas ocasiones. De un tiempo para acá Ethel ha empeorado su comportamiento — habló decepcionada de la chica rubia que estaba en una silla al lado de su madre con la mirada baja.

Dicha información fue un balde de agua fría para Úrsula quien casi irónicamente no esperaba dichas actitudes de una de sus hijas perfectas, de una Hallow. Y es que en años nadie de aquel linaje había cometido ese tipo de ofensas, o mejor dicho, nadie que las hubiera cometido dejó que se supiera de ellas.

Por su parte, Ethel Hallow sabía lo que le esperaba apenas la señorita Hardbroom o la señorita Cakle dejaran de hablar, sabía que entonces el desprecio de su madre por ella aumentaría y que se encargaría de fundirla en un  pozo de humillación frente al linaje de su família. Pero para suerte de Ethel, ninguna de las mujeres frente a ella habían terminado de hablar pues ahora la mirada de ambas se dirigía a ella.

Sin hacerse esperar, Ada Cakle sentenció con una voz profunda y autoritaria que pocos habían escuchado antes . — Señorita Hallow, sus acciones han atentado en varias ocasiones contra la integridad de alumnas pero ahora también lo hacen contra la integridad de profesores y después, cuando tenga suficiente poder, va a atentar contra la integridad de miembros del mundo mágico — .

La dura sentencia de la directora ofendio de sobremanera a Úrsula, pues nadie podría atreverse a decir aquellas cosas de un Hallow fuera de que estas tuviesen una connotación real o falsa, simplemente Úrsula no lo iba a permitir
— ¡¿Cómo se atreve a decir eso de una Hallow?! — al decir eso, la mujer de cabellos rubios cortos se paró ofendida de la silla frente al escritorio de la directora, con un semblante tenso.

Aquella acción de su madre no le sorprendió a Ethel, sabía que no era por ella, porque entonces Úrsula habria preguntado —¿cómo se atreve a decir eso de mi hija— ella sabía que a su madre no le importaba.

Al tornarse el ambiente de esa forma, la señorita Hardbroom fue la primera en reaccionar — ¡Guarde silencio! — la profesora de mediana edad no estaba dispuesta a aceptar dichas acciones. Mas sin embargo, Ada la detuvo y con una apacible seña con la mano le hizo tranquilizarse.

— Ethel Hallow quedarà suspendida — Ada alzó la voz mas no tomó un semblante agresivo. — Es mi última decisión — .

El rostro de Úrsula se quedó congelado, mientras Ethel palidecio, quizás fue hasta ese momento en el que la mediana de las Hallow sintió el verdadero peso de sus acciones, aquel peso que hacia que un nudo en su garganta creciera cada vez más. El miedo se apoderó de Ethel, esta sabía que debía buscar una solución. — ¡Señorita Cakle! — exclamó la joven bruja rubia con desesperación en su voz y prosiguio con un tono exasperado. — ¡Esto tiene que ser un error, se lo ruego no me suspenda, le prometo seré mejor bruja que antes! —

Las súplicas desesperadas y el gesto lastimero de Ethel hizo a Ada Cakle retroceder y negar aquella suspensión pero simplemente no debía perder la palabra ni dejarse llevar por aquellos gestos de miedo y dolor. Así que con una voz aún más demandante que en un principio dijo — Ethel Hallow estas suspendida, no es negociable y si no hay nada más por decir entonces usted y su madre pueden abandonar mi oficina —
La anciana directora finalizó dejando claro su poder y superioridad. Mas Úrsula aún tenía muchas réplicas y quejas, aún así la señorita Hardbroom, quien se había mantenido al margen de la situación para no explotar, se encargó de transportar mágicamente a Úrsula Hallow y su hija mediana al pasillo antes de que alguna de las dos le hiciera perder la paciencia.

Cuando las Hallow dejaron aquella oficina ambas brujas mayores dieron un largo suspiro de alivio y decepción.

Por otro lado, cuando las Hallow se vieron transportadas a uno de los pasillos de la academia Úrsula se abstuvo de quejarse de la acción de Hardbroom pues finalmente desquitaria su rabia con su hija. Por su parte, Ethel sabía lo que le esperaba y sin esperar mucho agachó la cabeza y en un tono aún más suplicante que con el que le había hablado a la directora, le dijo a su progenitora — Madre, lo siento, fue un error, perdoname no se volverá a repetir enserio prometo que me volveré la mejor y nadie se acordará de este desliz que tuve. — a pesar de que la joven bruja trataba de sonar segura, su voz era como un susurro lastimero.

A pesar de las sinceras palabras de su hija, Úrsula no se conmovió ni mostró un mínimo de empatía. — Siempre crei que eras un error, pero ahora se que no eres un simple error Ethel Hallow — a pesar de parecer furiosa, Úrsula torció una sonrisa llena de ira — Eres el peor error de mi vida, tan inútil y
lastimera — dichas palabras fueron escupidas por Úrsula como si le hablara a un perro callejero.

A su vez, dichas palabras rompieron el alma de Ethel quien sintió como si un peso la demoliera profundamente, había fallado todo y había demostrado nuevamente que era un error incorregible. Mas a pesar de las duras palabras de su madre, Ethel buscaba su apreciación como un perro busca la pelota que lanza su amo en esperanza de después recibir una caricia.

Fue entonces que habiéndose planteado su situación, Ethel Hallow se jugó una última carta. En ese momento la mediana de los Hallow alzó la cabeza, su rostro tornó una falsa mirada de arrepentimiento y sin dejar de mirar a su madre dijo — Perdón madre, tienes razón he sido un error y cometí una falta de respeto pero es porque me preocupa mi educación y formación como bruja la razón por la que me comporté de esa manera —. Al finalizar la oración, Ethel tornó el atisbo de una sonrisa fría.

Úrsula no pudo descifrar el rostro ni las frases de su hija, así que sorprendida de le preguntó. — ¿A que te refieres? — .

Ethel había logrado que su madre hiciera la pregunta que esta esperaba que hiciera. Fue entonces que Ethel habló, detonando una bomba de problemas; —Madre, me preocupa tanto mi educación y es que no paro de pensar qué lograré en esta academia si una de las profesoras, específicamente la madre de Mildred Hubble, es no mágica y se dedica a enseñar arte — en ese momento Ethel dio una pequeña pausa para escupir con desprecio el nombre de su rival, y continuó. — por eso mi actitud fue despreciable, porque lo que hicieron Hardbroom y la directora Ada fue una despreciable burla al orden de la academia y temo por mi educación y la de las otras chicas, si hice mal entonces castigame madre —.

Cuando Ethel finalizó su venenosa acusación el rostro de su madre se llenó de odio y repulsión, al ver esto Ethel sintió que había triunfado una vez más.

De esta forma, Úrsula ni quiera dijo algo, tan solo dirigió una mirada llena de odio en dirección a la oficina de la señorita Cakle, después dio un gesto indescifrable a su hija y caminó a paso rápido a dicha oficina, siendo seguida por su hija, sabiendo que las cosas no quedarían así.

Por si lado, Ethel se sintió salvada sin saber que lo que acababa de hacer desencadenaría una serie de evento que terminarían por llevarla al abismo de la desesperación y el auto desprecio.



























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EGOIST-MITHEL LA PEOR BRUJA Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt