Capítulo 11. En mi corazón tú vivirás

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Clara e Íker dormían acurrucados mientras que Helen estaba tumbada encima del pecho de Javi, con el brazo de él rodeándola. Los chicos se tiraron cada uno en un sillón. Eran grandes y cómodos, seguramente mejores que una cama.

Reinó el silencio durante una hora, hasta que Raúl volvió a despertarse gritando. Sergio abrió los ojos asustado. Se acercó hasta él, respiraba rápido, las manos le temblaban y estaba a punto de echarse a llorar. El modelo le abrazó para que se tranquilizara, haciendo así que las lágrimas empezaran a brotar.

—Voy a dejar de intentarlo. No te mereces a una persona rota que por dentro, está llena de cristales— susurró el fotógrafo mientras se alejaba de él e iba hacia la ventana.

—No digas más eso, por favor— suplicó el modelo. Era doloroso verle así, como si una oscuridad le envolviera queriendo entrar sin permiso.

Raúl le dio un pequeño empujón para que se apartara. No soportaba que conociese esa versión de él.

—Quiero estar solo... ¡lárgate! — alzó un poco el tono de voz al ver que no se movía. Sergio se dio la vuelta preocupado, volviendo al lugar donde dormía.

La tormenta ya había acabado. Se quedó ahí parado, observando la luna que brillaba como si anteriormente no hubiera sido desplazada por una ventisca. Las estrellas aparecieron alrededor y Raúl sonrió al verlas, secándose las lágrimas con las manos. Sacó el móvil, se puso los cascos mientras se sentaba mirando el cielo. Escuchó la canción que ella le cantaba de pequeño antes de irse a dormir.

"I will be here don't you cry

'Cause you'll be in my heart

Yes, you'll be in my heart

From this day on

Now and forever more

You'll be in my heart"

Ahí pasó el resto de la noche, reproduciendo una y otra vez aquella canción mientras contemplaba la inmensidad del firmamento. La música no evitaba las pesadillas ni la ansiedad, pero le ayudaban a calmar su alma.



Eran las 8 de la mañana y Raúl se despertó. Logró dormir 3 horas, por lo que mantenía su rutina de la última semana. Metió una nota por debajo de la puerta donde dormía Santana diciendo que se iba a casa porque tenía mucho trabajo atrasado. Era cierto, debía editar las fotos de Clara e Íker, las de la sesión con Beckham, alguna que tenía de Sergio más el vídeo de Rocksy para el anuncio. Aunque necesitaba desconexión y descanso, se maldijo por no aprovechar el día anterior para adelantar algo. Al menos, todo aquello le serviría para tener la mente ocupada. No quería recordar el <<casi beso>> o la confesión de su amiga sobre su todavía enamoramiento hacia el que había sido su amor platónico durante tantos años.

El reloj marcó las diez de la mañana y todos empezaron a despertar.

—Vaya puta resaca tengo— se quejó Clara, bostezando. Dio un beso a su novio, que se hacía el remolón en la cama.

Rafael y Rocksy seguían durmiendo, enredados entre las sábanas. Mientras, Santana preparaba café junto con algunas tostadas para que pudieran desayunar.

En la cocina apareció Helen, ya vestida. Detrás estaba Javi, tenía muchísimo hambre.

—En cuanto comamos esto, nos vamos. Hemos pensado pasar el día visitando el centro— informó a su amiga, que asentía con la cabeza, aún dormida.

La rubia apareció agarrada de la mano de su chico, que llevaba cara de fastidio porque quería quedarse en la cama. Ambos se sentaron al lado de los otros dos.

Abrázame como si nadie nos vieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora