🖤 Ted (1)

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Mi padre amenazó a la policía, quiso sacarme de la academia, gritó a mi madre, despidió a dos secretarias y, a pesar de todo eso, descubrió que gritando no siempre consigues lo que quieres y que hay cosas que el dinero no puede comprar

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Mi padre amenazó a la policía, quiso sacarme de la academia, gritó a mi madre, despidió a dos secretarias y, a pesar de todo eso, descubrió que gritando no siempre consigues lo que quieres y que hay cosas que el dinero no puede comprar.

Dijo muchas cosas, que soy la cruz de su vida, la mancha en su reputación intachable, el posible responsable de que pierda su puesto en el congreso y ¿qué más?, ah, sí, que deseaba desheredarme, pero como no tiene más hijos no puede hacer eso.

A veces pienso que lo peor que pude hacer en mi vida fue enredarme con Beverley y debo asumir que Shirin tenía razón, me dijo que iba a lamentar haberme acostado con ella en el laboratorio de química, me dijo que iba a pagarlo con sangre. Asumí que era solo drama, pero no, lo estoy lamentando en verdad, me pregunto si mi exnovia no tendría dotes de pitonisa.

En St. Bathory todo cambió, antes era el chico con el que todos querían sentarse y charlar, ahora soy al que todos evitan. Por si fuera poca cosa, solo hay una mesa vacía en el comedor, y Shirin está ahí.

Me acerco a ella, mientras siento las miradas de todos clavadas en mi espalda. ¿Qué estarán pensando? Imagino que dirán cosas de tipo: "ahí va Ted, su novia murió y va a sentarse con la ex". El camino hasta la mesa se hace cada vez más largo, pero llego.

—¿Estos asientos están ocupados? —pregunto.

Shirin alza una ceja mientras se lleva a la boca una cucharada de arroz. Mastica lentamente y toma un sorbo de jugo.

Me mira fijamente.

—Sí, están ocupados por gente invisible —dice sarcásticamente, aunque por su tono no sé qué hacer—. Siéntate —agrega—, no tienes que ser tan propio todo el tiempo.

Espero la frase mordaz en la que agrega que me acosté con su ex mejor amiga y que eso no tiene nada de propio, pero se limita a comer.

Shirin es muy cambiante. El día que Beverley murió, tiró de mi mano, me arrastró a su dormitorio y me pidió que me quedara con ella, no hubo nada sexual esa noche, solo nos hicimos compañía. Al día siguiente, volvió a comportarse como siempre. ¿Es una chica complicada? Ya lo creo que sí.

Aunque a veces pienso que está muy sola.

Como mi ensalada en silencio, notó que Shirin no deja de mirar a nuestro alrededor, evaluando a los demás, creo que en su cabeza debe estar imaginando lo que dicen, así como lo hago yo.

Alguien se aclara la garganta detrás de nosotros, es Lizzie, Lizzie Brown, la chica más brillante de la Academia, es decir, se espera que todos seamos excelentes, pero ella es la mejor. En St. Bathory todos nos conocemos, no he hablado mucho con ella, pero la conozco. Es el típico patito feo de la clase, lleva siempre ropa ancha, usa anteojos, tiene el cabello castaño claro rizado y es un poco rechoncha.

Beverley solo la usaba, no hay que ser muy inteligente para saber eso, lo que no sé es por qué alguien como Lizzie aceptaba. Supongo que lo mismo pueden decir de mí, decidí ser el novio de Beverley cuando podía sencillamente no serlo.

La reina debe morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora