❤️ Alice (3)

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Luego de despedirme de Dean y de subir al auto, contengo el aire

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Luego de despedirme de Dean y de subir al auto, contengo el aire.

—Espero que tengas una explicación —dice Ramírez.

—La tengo —contesto—, pero por favor, vámonos de aquí.

Ramírez no trae un auto de la policía, trae el suyo y en verdad agradezco mucho que accediera a hablar conmigo.

Nos detenemos cerca de la Sociedad Histórica de la ciudad y me mira.

—Te escucho —dice y yo le extiendo un sobre.

—La abadesa me dejó algunas notas —confieso llena de miedo—, ahí puedes leerlas, Ted me dijo que él y los demás también recibieron mensajes, pero no sé qué les dejo.

—Te están amenazando si vas con la policía —comenta él mientras lee.

—Supongo que lo dice por Nick —respondo con un suspiro—. Por eso mentí y por eso me arriesgué a perder mi trabajo, es el único modo de ayudar.

Ramírez asiente, revisando todo lo que le entregué. Cuando termina, me mira.

Hay agradecimiento genuino en esa mirada.

—¿Hay algo más que deba saber?

—Sí, trabajé durante un tiempo como orientadora en St. Bathory, siempre hablaba con Beverley, ella me dijo que su padre no la quería, que para él ella nunca era suficiente.

—Él no... investigamos y... —guarda silencio y lo entiendo, es información confidencial.

—No creo que lo fuera —digo—. Sé que no soy policía, pero también trabajo en una fundación, una de las trabajadoras sociales me dijo que, aunque la documentación desapareció, podía garantizar que Beverley era adoptada. Ambos padres lo aceptaron, no creo que el comportamiento del señor Grantham hacia Beverley tuviera que ver con eso.

Ramírez asiente, conversamos un poco más, me pide que lo llame Julian. Es una persona muy agradable.

Me sentía tan en paz, que me recorre un escalofrío cuando nos detenemos delante de mi casa.

—Gracias, Alice —dice—. Espero que estés bien.

—No se lo digas a Nick, por favor —le pido, él se pone serio, pero asiente.

Desciendo del auto. Abro la puerta de la casa con las manos temblorosas y no me sorprende en absoluto cuando veo a Nick, con cara de pocos amigos.

—¿Con quién estabas y por qué llegas a esta hora? —pregunta.

Lo demás es historia, supongo.

❓❓❓

Número de palabras: 365.

Número de palabras: 365

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La reina debe morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora