Wattpad Original
Te queda 1 parte más de forma gratuita

Capítulo 9: Cerezas

59K 5.4K 2.4K
                                    

Supe que ya era tarde cuando bajé las escaleras y no encontré a nadie en casa. Abi, quien venía todos los días caminando los pocos metros de distancia de su a la mía, ya se había llevado a los mellizos para su paseo matutino. Mientras que mis padres habían partido cada uno a sus trabajos en autos separados. Al pasar por la cocina noté que en la encimera había una bolsa de papel, en cuanto la abrí vi una manzana dentro y un sandwich de pollo. Seguro me lo había preparado Abi, siempre se preocupaba por mí y lo que comería en la escuela.

Metí la bolsa de papel en mi bolso y salí de la casa.

Allí, en medio de la acera, estaba el auto gris de Akio, estacionado y sin nadie adentro. Mientras que en la calle de al frente el auto de Rhett estaba aparcado con él detrás del volante y con las ventanas bajadas.

No lo pensé mucho cuando caminé hacia el auto de Rhett. Cuando abrí la puerta y entré, Rhett me miraba con una gran sonrisa. Una sonrisa tan contagiosa que no pude evitar devolvérsela. Era como si la noche anterior hubiera creado cierta intimidad y complicidad en nosotros. No sabía en qué momento me había quedado dormida, solo recordaba estar escuchándolo hablar de las fechas para su primer partido de la temporada cuando me quedé dormida. Y cuando desperté revisé que nuestra llamada había durado más de dos horas, rozando casi las tres horas.

Un récord que no lo tenía con nadie. Ni siquiera con Akio o Ivy.

—Hola —saludé con una pequeña sonrisa.

Aunque anoche hablé con él por mucho rato, esta mañana aún sentía el dolor de la separación inminente de mis padres. Era algo que me ponía muy triste, sobretodo con mis hermanitos, tenía tanta incertidumbre que mi mente estaba llena de dudas. Es por eso que mi felicidad por esta nueva intimidad entre Rhett y yo estaba opacada por la nubla de mis problemas familiares.

—¿Estás lista, Cerecita? —Su pregunta me confundió.

—¿Lista para qué? ¿Un día más de aburridas clases?

Me hizo una seña para que me abrochara el cinturón de seguridad. Cuando lo hice él se colocó los lentes de sol. Verlo así, tan despreocupado y feliz no solo creaba cierta envidia, de la buena, en mí, sino también me contagiaba sus buenas vibras y hacía que mis problemas parecieran minúsculos.

—Para el mejor día de tu vida. —No dijo nada más, solo encendió el motor y salió de la calla en dirección opuesta a la escuela.

—Eh, la escuela está en la otra dirección —dije por si se le había olvidado o si su orientación estaba dañada el día de hoy.

—No vamos ahí.

—¿Qué? —pregunté alarmada. Intenté mirar sus ojos marrones, pero sus lentes de aviador los tapaban. Me imaginaba que ahora mismo estaba con las cejas levantadas, mirándome con diversión por mi repentino miedo—. ¿A dónde me estás llevando?

—A la escuela no.

—Ja, ja —murmura con ironía—. Nos despertamos payasos, ¿no?

—Y tú gruñona —dijo de vuelta. Volteó la cabeza para mirarme un segundo mientras yo miraba por las calles que pasábamos. Parecía estar yendo a otra ciudad. Joder, ¡me estaba secuestrando! Rhett pareció percibir el miedo en mi silencio porque trató de tranquilizarme—. Eh, Cerecita, tranquila. Es solo un paseo, no te llevaré a ningún otro lugar mas que a ese, pero tienes que confiar en mí. Es un pequeño viaje sorpresa.

—No puedo faltar a la escuela —murmuré—. Mis padres van a matarme.

Joder, pensar en ellos nuevamente me traía angustia.

Rhett se aclaró la garganta.

—Es por eso que necesitas una distracción. Faltar a un día de clases no le hará daño a nadie, pequeña nerd. —Abrí la boca para mandarlo a la mismísima mierda por sus burlas, pero habló más rápido—. Y antes de que me insultes, que sepas que esto lo organicé para levantarte un poco el ánimo. Así que no me sacrifiques ni te molestes conmigo, lo hago porque quiero verte mejor.

Amor en química | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora