Fate: La saga de invocaciones de Shirou Emiya

Capitulo 1: Kiara Sessyoin.

Capítulo 1: Kiara Sessyoin

Fragmentos de vidrio atravesaron su uniforme escolar cuando Shirou se arrojó por la ventana. Cuando aterrizó y rodó por el suelo, fragmentos de vidrio cortaron su mano izquierda mientras que su otra mano todavía agarraba un cartel reforzado. Dolía, pero no tanto como una lanza atravesándole el pecho. No perdió un momento en reaccionar ante el dolor; ya estaba corriendo hacia su cobertizo de herramientas. Su corazón recién revivido estaba acelerado, gritando, mientras el miedo y la adrenalina golpeaban sus arterias en cantidades iguales.

"Hah..." Lancer suspiró tranquilamente mientras caminaba a través de la ventana rota, el vidrio crujiendo debajo de él. "¿De verdad vas a perder tanto tiempo luchando? Sabes lo que va a pasar al final".

Shirou no escuchó; apenas podía oírlo por la sangre en sus oídos y su respiración entrecortada mientras corría hacia el cobertizo. Sus ojos recorrieron el cobertizo a oscuras, pero simplemente no había tiempo. De alguna manera podía oler el hedor de la muerte que se avecinaba una vez más-

Hizo girar y desenrolló el cartel con un movimiento suave. Cuando la lanza una vez más trató de morderlo, el cartel se hizo añicos en un último grito desesperado por su vida. Shirou cayó al suelo y siseó de dolor; se sintió como si el impacto le hubiera causado una fractura en el coxis. Si sobrevivía a esto, serían unos días de descanso para arreglarlo.

Si.

El lancero vestido de azul se paró unos pasos dentro del cobertizo, sus ojos rojos del mismo color que su lanza, como el color de la muerte que Shirou nunca olvidaría.

"Bien, fin de la linea". El hombre se encogió de hombros. "¿Tienes algunas últimas palabras? ¿Quizás un mensaje que pueda llevarle a un amigo tuyo? Puedo prometerte que no los lastimaré".

Shirou solo miró con más intensidad al hombre, lo que lo hizo suspirar nuevamente.

"Me imagino. Podrías haber tenido potencial si alguien te hubiera llegado antes que yo, pero desafortunadamente para ti..."

Retiró su lanza. Shirou se preparó para rodar hacia un lado, aunque lo reconoció como un gesto inútil. Iba a morir aquí.

"... Mis objetivos nunca pueden huir por mucho tiempo. Es bueno conocerte, chico".

Iba a morir aquí. Iba a morir aquí. Iba a morir aquí. iba a morir. Iba a morir de nuevo. Iba a morir una vez más como había muerto hace una hora. Como había muerto hace diez años. iba a morir. iba a morir.

*¡No puedo morir todavía!*

En cámara lenta, la lanza roja comenzó a moverse hacia adelante, dejando una estela de muerte una vez más.

*¡No he salvado a una sola persona! ¡Aún no he llegado a sentir lo que es sonreír como papá!*

Shirou respiró por última vez.

*¡No! ¡No moriré aquí! ¡No voy a morir de nuevo!*

Como un grito metafísico de ayuda, la súplica de Shirou llegó al Trono de los Héroes. En otra línea de tiempo, su voz habría sido escuchada por un rey moribundo en una colina, con el corazón roto y en medio de la desesperación. Ella habría sido una de las primeras y últimas personas que él realmente salvó.

En lugar de eso, se lanzó más allá de ella, elevándose más y más hacia el núcleo del Anillo de disuasión, más profundo de lo que cualquier otra invocación había llegado antes. Alcanzó más allá de su mundo, más allá del Lado Inverso, más allá de cualquier lugar que nadie, excepto el Segundo Mago, hubiera ido antes. Estalló a través de un caparazón espiritual y tocó el alma de una mujer que no había sido tocada de esa manera en mucho, mucho tiempo.