Fate: La saga de invocaciones de Shirou Emiya

Capitulo 38: Circe

"Senpai, ¿quién es ella?"

Shirou abrió la boca, pero sus habilidades de improvisación eran muy deficientes, y hasta hace diez minutos había esperado que la noche anterior no fuera más que un sueño. Lanzó una mirada suplicante a su cocina, pero Caster simplemente levantó una ceja hacia él, miró a Sakura y se agachó para continuar rebuscando en sus gabinetes.

"Esta es, umm... Caster. Era una amiga de Kiritsugu desde..." se detuvo, buscando algo más mientras el ceño de Sakura se fruncía.

"¡Ah, ahí está!"

Tanto Sakura como Shirou se giraron cuando Caster arrojó una olla gigante de hierro fundido sobre la estufa. Ella sonrió hacia la pareja y se apoyó en el mostrador. "Grecia, por cierto. Soy de Grecia y me quedaré con Shirou por un tiempo. Lo siento, ¿no entendí tu nombre?"

Los hombros de Sakura cayeron un poco cuando la atención de Caster la golpeó. "S-Sakura".

La bruja asintió y volvió a su trabajo, sacó una bolsa de avena de su despensa (no recuerdo haberla comprado nunca ) y vertió un poco en una taza medidora. "Bueno, Sakura, es un placer conocerte. Si has venido tan temprano, supongo que te quedarás a desayunar".

Sakura dio unos pasos tentativos hacia la cocina. "Bueno, um, normalmente Senpai y yo-"

"Ah, Sakura, Caster dijo que ella se encargaría de cocinar hoy", dijo Shirou, colocándose entre ella y la cocina. Ya había intentado una discusión similar con Caster y terminó siendo desterrado a la mesa, pero encontró una sorprendente sensación de calidez en la insistencia de ella en cuidarlo. Fue agradable.

La chica se inclinó más cerca de él y susurró: "Senpai, ¿está cocinando para ti y viviendo contigo? ¡Eso es... eso es-!"

"¡Ella solo estará aquí por un par de semanas como máximo!" siseó. "¡Además, ella solo está aquí por trabajo! ¡El viejo solía hospedarla todo el tiempo!"

"Mm..." La mandíbula de Sakura se tensó de la misma manera sutil que cuando se insertó por primera vez en su vida. Ella lo empujó hacia la cocina y se colocó junto a Caster. "Te ayudaré. Siempre he querido aprender a hacer algunos platos mediterráneos".

Incluso cuando Sakura invadió su espacio de trabajo, la bruja colocó la tapa de la olla con un fuerte sonido de finalidad. "Está hirviendo ahora, no hay nada más que hacer".

"Prepararé los tazones-"

"Ya lo hice", respondió Caster, su sonrisa aún presente. "Por favor, no te preocupes por eso".

Los dos se quedaron uno frente al otro por un momento tenso. Sakura miró hacia otro lado primero, dirigiendo su atención a la porcelana.

"Solo hay dos tazones".

Caster levantó la tapa y removió las gachas. "No sabía que vendrías".

Sakura se movió hacia la cocina propiamente dicha, deslizándose detrás de Caster y sacando una sartén. Se sentó junto a la otra mujer en la estufa, de pie casi hombro con hombro con ella. Si su Servant estaba molesto por esto, Shirou no podía decirlo.

"Senpai, deberías haberle dicho a Caster a cuántas personas estaba sirviendo", reprendió Sakura, mirando las gachas por encima del hombro del otro cocinero. "Eso no será suficiente para cuatro personas, así que haré algo para acompañarlo".