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El segundo mes para Joaquín llegó y con el le llegaba a molestar aún más que Emilio no se quisiera alejar de él, por una parte lo entendía su alfa se volvía muy sobreprotector incluso la puerta del refrigerador se la abría. Joaquín le gustaba ser mimado pero su esposo ya iba demasiado lejos llegaba a un punto en el cual se tenía que  escabullirse para estar solo un rato, pero eso duraba poco ya que su alfa ya se encontraba cargándolo con delicadeza mientras lo llevaba a la habitación. 

—Joaquin pudiste haber caído a la piscina. —lo sentó en la cama. 

—Se nadar. —hablo. —además solo quería aire fresco. 

—Se que puedes pero. —bajo el rostro. —me pongo sumamente nervioso cuando estás en estado y me da miedo que algo te pueda pasar. 

—Emi. —llevo su mano a la mejilla del alfa. —se como te pones y debes de estar tranquilo. —le sonrió. —yo estaré bien. 

El alfa asintió y le dio un beso en la frente mientras le acariciaba el vientre, Joaquín recostó su cabeza en el hombro de Emilio mientras se dejaba acariciar  por su esposo, Joaquín se alejo y Emilio lo vio. 

—Eres un alfa muy tierno. —sonrió Joaquín mientras lo apretaba de las mejillas. —eres muy muy lindo. 

—Tu también lo eres Joaquín. —le dio un beso en la nariz. —y haré todo por cuidarte.

Joaquin asintió mientras se levantaba para comenzar a quitar su camisa Emilio lo vio y Joaquín sonrió mientras caminaba al baño. 

—Tomare un baño. —dijo. —tu deberías tomar uno apestas un poco. 

Emilio asintió y se levantó  para dirigirse al baño al llegar se acercó a la tina para llenarla con agua caliente y le puso un poco de jabón para hacer espuma al terminar, Joaquín se acercó ya con una bata puesta. 

El pelinegro muy lentamente le deslizó la bata dejándola caer al suelo con sumo cuidado lo ayudo a que se metiera en la tina para que se diera un baño. 

—Estare afuera por si necesitas algo. —hablo. 

—Toma el baño conmigo. —hizo un puchero. —me gusta cómo lavas mi cuerpo. 

Emilio sonrió mientras se quitaba la ropa y la ponía en la ropa sucia para entrar en la tina Joaquín con cuidado se subió encima de su alfa para sentir las caricias que le daba. Así estuvieron un buen rato dándose cortos besos y lavándose con cuidado. 

—¿Sabes que se me antojo ahorita? —hablo Emilio. 

—¿Que? —dijo Joaquín. 

—Un cigarrillo. —respondio. —tal vez vaya por uno después. 

—Si vas a fumar que no sea aquí. —lo vio. —no quiero que seas un mal ejemplo además harás que me den ganas también de fumar. 

—Lo se. —le acarició la mejilla. —prometo comer una menta después

¡Osorio Quiero Otra Niña!Where stories live. Discover now