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Cuando Joaquín se dirigió a la habitación de su hijo,sonrió al ver a su esposo e hijo dormidos en la cama con sumo cuidado se acercó y los cobijo para darles un beso en la frente a cada uno.

—Duerman bien mis valientes guerreros. —susurro.

Salió de la habitación luego de apagar la luz, al llegar a su habitación vio a su hija acostada en ella, suspiro y cerro con cuidado la puerta para acostarse junto con su pequeña la cual se ocultó un poco en su pecho.

—Papi. —dijo la pequeña.

—¿Si cariño? —pregunto.

—¿Están enojados con Jae? —hablo.

—Un poco. —suspiro. —por eso cariño si te llegan a molestar tienes que decirnos.

La niña asintió y el lo abrazo para darle un beso en la frente, al amanecer Emilio despertó un poco desorientado pero al ver donde estaba sonrio con cuidado se levantó y se dirigió a su habitación y sonrió al ver a su hija junto con su padre, el se acercó y se acostó con cuidado Joaquín abrió los ojos y sonrió.

—Ya volviste. —bostezo.

—Me quede con Jae toda la noche. —susurro. —cuando sentí ya me había dormido.

Joaquín sonrió y le dio un corto beso en los labios a su alfa el cual hubiera durado más si su pequeña hija no los hubiera alejado. La pequeña con sus pies hacia un intento de empujar al alfa para que no se acercará a su padre omega lo cual les causaba gracias y ternura pues la pequeña hacia los mismos pucheros que el alfa.

—No dejaré que te acerques a mi papi. —dijo la niña.

Emilio comenzó a recibir pequeños golpes por parte de su hija la cual impedía que se acercara a su padre omega el cual solo reía al ver como su hija y su muy maduro esposo hacían guerra de caras para verse más serios.

—Ya corazón. —se acercó a Emilio y le acarició la mejilla. —¿Porque no vas a despertar a Jae? —lo vio.

Emilio asintió y le dio un corto beso en los labios a su esposo y uno en la frente a su pequeña la cual se colgó como koala en el. Emilio la acomodo en su espalda y salió con la niña en busca de el mayor de los hijos de los Osorio.

Mientras ellos se iban Joaquín fue a ver a los gemelos los cuales ya estaban despiertos sonrió mientras miraba como uno de ellos intentaba tomar su mano Joaquin les dio un beso mientras seguía admirando a sus hijos.

—Los voy a proteger aún si Emilio no está de acuerdo. —susurro

¡Osorio Quiero Otra Niña!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora