"Te odio porque tienes todo lo que quiero, pero también lo hago porque me es imposible odiarte."
Por primera vez en todos sus años en su instituto, Hueningkai fue cambiado de curso y, como si su vida no pudiese ser peor, le tocó ser compañero de la...
aunque hay un pequeño trigger warning: si de alguna forma te alteran los ataques de ansiedad o el consumo ilegal de alcohol en menores de edad (todos tienen dieciocho años en la historia, lo cual los hace legales para nosotros, pero siguen siendo menores en el lugar en donde se basa la historia que es Seúl, Corea del Sur), seguir leyendo con discreción o no hacerlo en lo absoluto. ahora sí, avancemos.
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¿Ubican esos pequeños momentos donde parece que tu vida está pasando como una película a 3x de velocidad frente a tus ojos?
Pues Kai experimentó algo similar.
Cuando Yeonjun finalmente lo soltó, los tres chicos en la biblioteca estaban presentando tres diferentes reacciones: Soobin terminó con la expresión que el Choi mayor deseaba, ira pura y cruda como la que él había sentido; Yeonjun era una mezcla de satisfacción y pena, esta última para con el rubio al que se dio cuenta que había involucrado en su pelea cuando no tenía algo que ver; y luego estaba Kai, el pobre al que se le había hasta bajado la presión.
—¡Hijo de puta! —era gracioso que, en vez de querer bañar a su novio en reclamos por literalmente besar a alguien más en su cara, Soobin había intentado a abalanzarse sobre Kai, el que estaba más rojo que un jodido tomate y que había sido arrastrado al problema por el pelinegro mayor.
Digo intentado porque Yeonjun fue más rápido y agarró al rubio del brazo para colocarlo detrás de él, lo cual era algo cómico dado que era más bajo y menor que Huening, pero sin duda era más intimidante.
—Enójate conmigo, imbécil. No con él.
—Es obvio que quiere alejarte de mí. Este fenómeno se la pasa pegado a ti.
—No digas tonterías, Unga-Pared. Literalmente acabo de besarlo yo a él, ¿cómo mierda llegas a esa puta conclusión? ¿Acaso eres ciego?
Soobin apretó su mandíbula y sus puños ante el recordatorio de aquello que había visto hace menos de dos minutos, porque, o bien no tenía neuronas, o bien le había caído tan bien Dory de Buscando a Nemo que había entrado en personaje al pretender que tenía memoria a corto plazo; fuera lo que fuera Kai definitivamente podía aprovechar que él y Yeonjun estaban tomando dichas preguntas retóricas como chance para mirarse al uno al otro, en un intento de probar quien podía desarrollar rayos láser con los orbes, y huir antes de siguieran metiéndolo en sus pendejadas.
Y, por supuesto, antes de que tuviese un ataque de pánico porque, honestamente, cada vez lo sentía más cerca de llegar.
—Y-Yo creo que será mejor que los d-deje solos a resolver sus problemas de pareja, después hacemos lo del reporte, prín- Jun, hasta luego. —el mayor se odió por titubear y tragar saliva en lo que recogía los libros que prestaron y planeaba llevarse antes alistarse para la huida.
Estuvo tan cerca, y a la vez tan lejos de hacerlo, para cuando percibió a Yeonjun asentir mirando a su novio encabronado y dio unos cuantos pasos alejándose de ellos. Sin embargo, no pudo llegar muy lejos ya que fue tomado del cuello de la camisa por alguien que ni siquiera debería aclarar, pero que lo haré de todas formas.
