Capítulo 57

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Se encontraban en Lagos, una cuidad de Nigeria. Natasha, Wanda y tú se habían mezclado entre los civiles en una cafetería, mientras el Capitán Rogers y Falcon monitoreaban la actividad del edificio del Instituto de Enfermedades Infecciosas desde lo alto; Fury les había dicho que el arma hurtada se encontraba allí, y en ese mismo lugar iba a ser interceptada por los compradores. Su misión era impedir esa compra y apresar a los malhechores.

Wanda y tú estaban en la misma mesa, mientras ella prestaba atención a todos los detalles a su alrededor, tú te habías pedido un café para las dos y unas galletas para acompañar. Tenían que inmiscuirse, mezclarse con la gente ¿no?

- Blah... - hiciste una mueca de desagrado - Este café es muy malo - Wanda se rio de tu comentario - Al menos pudieron colocarnos en un mejor lugar.

- ¿Terminarás de contarme lo que pasó con Steve? - Wanda miraba atenta el entorno, mientras bebía el café.

- No pasó nada, Wanda - reíste un poco nerviosa - No pasó y nunca... pasará nada...

- Me sorprende que siendo tan lista no lo hayas notado - Wanda te miró con una sonrisa disimulada, volvió rápido a inspeccionar la periferia.

- ¿Notar qué? - te cruzaste de brazos y te dejaste caer en el respaldar de la silla.

- Que te gusta Steve, T/N - Natasha estaba a unas mesas de ustedes, te miró por sobre sus gafas oscuras y te sonrió mientras degustaba su café.

- Pero que cosas dices... - reíste más nerviosa que antes.

- Ustedes dos se esfuerzan mucho por ocultarlo - Wanda contuvo la risa.

- Parecen un par de adolescentes - Natasha ocultó su risa con la taza de café.

- Pero es divertido verlos - Wanda te miró levantando una ceja, a la vez que dada un sorbo a su bebida. Te acomodaste en la silla y pensaste ¿Era en serio?

- Wanda...

- Señoritas... - la voz de Fury en sus oídos interrumpió tu respuesta - ¿Debo recordarles que están en una misión?

- Ay, cielos... - te sentiste muy avergonzada, se te había olvidado por completo que Fury estaba al pendiente - Nick, disculpa...

- Lo tenemos claro, Fury - respondió Wanda. Le miraste sorprendida.

- Es solo que una amiga nos necesita - miraste con poca discreción a Natasha. Ellas lo sabían... ¡Ellas sabían!

- Deberían dejar sus charlas para otro momento - te sentiste morir al reconocer la voz del Steve Rogers - Todos las escuchan.

Quisiste que la tierra te tragara en ese preciso instante. Querías matar a Wanda y a Natasha, que estaban conteniendo a más no poder la risa, escuchaste claramente también a Sam reírse, mientras Fury aclaró la garganta como modo de llamarles la atención. Te cubriste la cara con una mano mientras te sumías en la silla, estabas segura que tus mejillas estaban como tomates.

- Todos atentos - Rogers percibió la actitud extraña de un camión, que se dirigía a gran velocidad hacia el edificio custodiado - Se acerca un vehículo sospechoso. Tomen sus posiciones.

- T/N, - Fury te llamó - te recuerdo que eres el plan B...

- "Sólo si el Capitán Rogers pide tu ayuda" - dijiste al unísono con él - Lo tengo, Nick...

Te recompusiste en tu asiento, notando que Wanda y Natasha ya no estaban en la cafetería contigo. Vaya que se movían rápido.

- Equipo es ahora - Rogers dio la orden.

Falcon desplegó sus alas desde el alto edificio en donde se encontraba. En ese justo instante, el camión descontrolado chocó en el perímetro del Instituto de Enfermedades, derribando la cerca y la caseta de vigilancia. De la nada aparecieron convoyes con agentes tácticos de todas partes y rodearon el edificio, al parecer aquello no pretendía ser un trueque amistoso. Tan pronto como el barullo comenzó, aparecieron el Capitán América y su equipo en la acción. Enfrentándose a los encapuchados atacantes que iban fuertemente armados. Mientras el Capitán golpeaba a unos sujetos con su escudo; Wanda contenía los indiscriminados disparos; Natasha luchaba cuerpo a cuerpo con al menos cinco de ellos; Falcon mandaba a volar a otros cuantos; T/N se había cambiado de lugar, fue hasta otra cafetería y pidió un frappé para llevar. Salió a la calle y la gente corría descontrolada, huyendo del escandaloso asalto al Instituto de Enfermedades. Con mucha calma cruzó la calle y buscó una banqueta en el parque contiguo. Degustando su bebida fría, sin dejar de ver a lo lejos el desastre en que se estaba convirtiendo todo aquello, pero nadie pedía tu ayuda, así que... solo seguías instrucciones.

Sentiste vibrar tu teléfono en tu chaqueta, lo sacaste tan pronto como pudiste y sonreíste. Querido BB había estado muy comunicativo hoy, quizás pronto se animaría a salir de su escondite y tener ese reencuentro con Rogers que tú habías prometido.

En el edificio, los atracadores habían lanzado bombas de gas al interior del Instituto, para neutralizar al personal y así acceder a las bodegas, sin perder el tiempo de buscar el arma interesada. Wanda se encargó de dispersar el gas del edificio y ayudó al Capitán Rogers a entrar al cuarto piso en donde se encontraba ubicada la bodega con el arma, encontrándose con un par de los encapuchados que le dieron dura batalla.

Habías encontrado la manera de silenciar tu micrófono, y así solo recibir el audio. Dado que estabas recibiendo una inesperada llamada.

- Hola, tú - respondiste muy feliz - Ya te habías tardado.

- Eh, si... - respondió muy calmada la voz del otro lado - Trato de llevar las cosas con calma.

- ¿Y cómo te va con eso? - tomaste un poco de tu bebida y trataste de bajar el volumen de tu auricular, el ruido del otro lado era bastante confuso. Aún no escuchabas tu nombre. Quizás habías ido para nada.

En el edificio del Instituto, los malhechores, que iban nada más y nada menos que comandados por Rumlow, que iba cubierto con una máscara; habían dado ya con el almacén del arma biológica. Rompieron la caja de seguridad y la guardaron en un contenedor térmico. Salieron con igual prisa lanzando una tirolesa desde el cuarto piso hasta uno de los convoyes que los esperaba abajo, listo para su escape. El Capitán llegó tarde a la bodega, ya se habían llevado el paquete. La misión se había complicado.

- Rumlow tiene el arma biológica - informó el Capitán Rogers - T/N ¿Dónde estás? - salió al balcón por donde habían escapado los ladrones.

- Uh... Espera... - pausaste tu conversación telefónica al escuchar tu nombre en el auricular, subiste el volumen para escuchar mejor - Dame un momento... Dime, Rogers...

En ese momento, en el que el Capitán salió al balcón, Rumlow tomó un lanza granadas y le disparó, provocando una severa explosión, de la cual Rogers apenas se pudo cubrir con su escudo.

- ¿Con quién hablas? - Rogers hablaba con mucho esfuerzo, tratando de ponerse de pie.

- Aah... - dudaste si decirle con quién en verdad hablabas, quizás eso lo desconcentraría de la misión - ¿Peter?

- ¡¿Estás bromeando?! - Rogers no podía creer que en medio de todo aquella situación tu estuvieras en pleno cotorreo con el chico araña. Habías traído tu teléfono cuando él mismo te ordenó que lo dejaras en el quinjet. Rumlow disparó una segunda granada al Capitán, que lo lanzó fuera del edificio, cayendo y revotando entre paredes y unos contenedores.

- Lo siento... - te disculpaste apenada - Estaba aburrida... - escuchaste grandes estruendos y golpes fuertes, luego a Rogers quejándose - ¿Rogers?... ¿Estás bien?...

- T/N... - el Capitán hablaba adolorido y con mucho esfuerzo - Intervención... nivel... 1...

- A sus órdenes, Capitán - te pusiste de pie y comenzaste a andar en dirección a la batalla - ¿Puedo hablarte después? - aún tenías el teléfono en llamada - Tengo algo que hacer...

- ¡T/N! - gritó Rogers, que ya se había puesto en pie y se dispuso a seguir el convoy.

- Ya, Rogers... - caminaste más a prisa.

- Claro... - Querido Bucky Barnes hablaba del otro lado de la línea, mientras andaba por un mercado, muy lejos de allí, comprando fruta - Cuídate, T/N.

- Cuídate tú, querido - colgaste la llamada y comenzaste a correr. Pudiste escuchar a Rogers bufar en tu auricular.

¿QUIÉN ES ELLA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora