Capítulo 15: Cenizas.

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Shen yuan estaba llorando inmensurablemente, mientras abrazaba con fuerza el cuerpo sin vida del niño que alguna ves le dijo madre, si mente lo carcome lentamente mientras se imagina que esté fue el dolor que sintió si madre al verlo siendo llevado a la fuerza al palacio, con cada idea en su mente shen yuan se sentía peor.

–cremenlo y lancen las cenizas en un árbol, no se merece un entierro dignó fue un vil traidor– el ceño de luo binghe bajo y escupió las últimas palabras.

Shen yuan abrió los ojos incrédulo, ¡Había escuchado bien!, Las lágrimas de shen yuan salían rebosantes sin señales de parar, las manos y la cabeza de shen yuan golpeó el piso.

–¡Por favor!¡Se lo suplico su majestad!¡Permita que yo creme su cuerpo!¡Se lo imploró!– decía entre cortado, mientras su voz era la viva representación de la desesperación.

Shen yuan rogó desesperado hasta que escucho la voz molesta de luo binghe.

–has lo que quieras– dio un último vistazo y se marchó, dejando a un destrozado shen yuan atrás.

Después de que luo binghe se marchó, los sirvientes no paraban de susurrar, los susurros más ruidosos según shen Qingqiu, shen yuan simplemente agradeció y abrazo miro al niño que tenía entre los brazos, shen Qingqiu ahuyentó a todos los demonios que solo comían melón y se acercó con cuidado a shen yuan.

–shen yuan, ven te ayudó– sostuvo el brazo del demonio menor.

Shen yuan se levantó con movimientos temblorosos sin soltar al pequeño niño de sus brazos y dolorosamente camino en dirección de las recámaras del harem donde estaba la habitación del niño la habitación de su difunta madre, durante todo el caminó shen yuan dio pequeños sollozos, ahogados y  sofocantes, shen Qingqiu sólo ayudaba a qué shen yuan no se derrumbara en el caminó, cuando por fin entraron al dormitorio, el demonio dejo al menor en la cama y comenzó a buscar la ropa más elegante que tenía el infante y amorosamente shen yuan arreglo al menor con una mano calida pero temblorosa, shen yuan dio una pequeña sonrisa al ver lo bello que había quedado el menor.

–con que al fin causante un desastre, espero que hayas aprendido tu error– habló un mujer que se recargo en el marco de la puerta.

Shen Qingqiu frunció el ceño y miro con desprecio a la santa demoníaca que parecía divertida de la mala situación en la que estaba shen yuan, la mujer siguió molestando al shen yuan, pero el demonio solo contestó con una reverencia muy lenta.

–si, su excelencia este sirviente entendió su lección, solo queda pedir perdón por los problemas que cause – dio otra reverencia.

–que aburrido eres– suspiro frustrada–aunque creo que ni disculpándote toda la vida te darán el perdón por esto – se burló la mujer antes de irse.

Shen yuan solo apretó sus túnicas con fuerza, se sentía como un desgraciado mayor.

Shen yuan solo apretó sus túnicas con fuerza, se sentía como un desgraciado mayor

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La traición al diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora