Prólogo

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Hey, tiempo sin hablar ¿has madurado ya? Supongo preguntarás porque hasta el día de hoy me he decidido a aparecerme ante tu volumptuosa voluntad, ya que ha pasado tiempo desde que hemos hablado por cosas que pasan dentro de tu vida cotidiana que impiden te conectes al mundo surreal del que solías atarte al coste de tener exceso de tiempo dormido y drenaje de energía ante las actividades más sencillas como mover articulaciones u órganos vitales, pero aun no captas la idea; ante todo la respuesta a tus dudas recae en la obviedad de mi tono, digo no es algo generalizado de un ser femenino sentirse vinculada a un ser como tú quien muy por dentro siente aun ese sabor de desesperación por personas asemejadas a pérdidas parciales y/o totales a la par de tu sentimiento dulce que alberga tu preocupación, ahogada en ansiedad y depresión en una malteada de emociones negativas a las que te sobrepones con una frágil sonrisa.

Pero no significa que sienta algo por ti fuera de la satisfacción y admiración que a diferencia de ti yo solo he estado viviendo sanguíneamente alrededor de 15 años, ademas de las décadas en tu interior. Bien, no es que tenga interés en explicartelo pero creo es momento de que hablemos un poco más a detalle, pues una cosa que hay que tener por seguro es que solo me has visto un par de veces y creo he quebrado más tu mente que las cosas bizarras con pseudonombre de euforia o fantasmas; por lo mismo siento mereces una explicación en cuanto a que tu trauma pueda redirigirse a partir de la mera existencia de eventos de los cuales por situaciones algorítmicas fuiste incapaz de mantener bajo control de las cosas, llevándote de la mano a un complejo de culpa más que por las acciones tomadas , eran generadas apartir de ese tema que tienes con la regulación de los comportamientos erráticos de materia orgánica e inorgánica.

En fin, muchas palabras para decirte que a día de hoy tuve la iniciativa de buscarte para contarte una nueva historia, quiza la recuerdes vagamente a través de diversos sueños de los que solías ignorarme y que ahora que me reconoces como existencia debes contemplarme como entidad lejana de la realidad, en concordancia con tu consciencia, únicamente porque quieres apartar la nube suicida que cargaste desde antes de conocer al supuesto primer amor real correspondido, o incluso previo al primer enlace careciente de moral. La mayor pregunta ante mi aparición debería ser ¿estarás disponible para escuchar?

Promesas, arreglos, compromisos; cosas que tienden a buscar una eternidad inquebrantable y terminan en una delicada linea de disputa en la cual la sociedad nos rige bajo lineamientos que tienden a una doble moral por lo mismo de la relatividad existencial. Si bien no tiene sentido alguno tener la noción de la llamada diversidad ya que bien abusada es por sectas aparentemente marginadas cuya perversidad en acomodar a conveniencia su juicio, y aun asi me limita a decir que los días que pasan se pierde esa sensibilidad por la corriente temporal que nos ata al mundo, a la realidad, a la vida.

¿A qué venía todo este monólogo sin sentido? Pues te diré, así como las ideas estan hiladas en una red neuronal por medio de choques eléctricos enviados por entidades de magnitud celular se originan a raíz de algún detonante externo, yo estuve en ese proceso de creación del cual las lágrimas, sangre y cada líquido que se derrama a través de la ruptura continua de vínculos de amor en sus diversas tonalidades ¿Tiene sentido? Sería una mentira afirmar el hecho que soy solamente una existencia metafísica por lo que dejaré que veas nuevamente en tus manos este pequeño relato del que podrás comprender las cosas necesarias, cabe destacar que con necesarias me refiero a lo que necesitas saber y nada más.

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