𝐓𝐨𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞 •𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡•

CAPÍTULO VEINTISÉIS

Sus manos temblaban con un ritmo peculiar, no podía beber café de su taza favorita, su cabeza daba mucha vueltas en el asunto; La señora Seo le regalo la foto por sinceridad y, porque el se lo pidió, después de haberse quedado en ese lugar no pudo pegar el ojo en toda la noche, no paraba de llorar por los horribles dolores de cabeza.

Ya estaba de camino a Carat y sentía un nudo extraño en la garganta, era como un vuelco extraño en su corazón que le estaba haciendo algo difícil el caminar a la estación de trenes. No dudaba en que estar en Carat era lo peor que pudo haberle pasado, parecía una pesadilla propia y escuchar "Eternally" no le ayudaba demasiado a reordenar sus ideas.

Cuando llego a Carat miró a todos lados evitando encontrar la mirada de Changbin en cualquier instante, fue a su habitación dejando la valija en una esquina, a veces para pensar simplemente miraba la habitación tocando y viendo la antigüedad de esta, como lo era la libreria polvorienta en la esquina contraria de la habitación, o sino colocaba cualquier canción y bailaba sin siquiera tener una coreografía lista, sólo movía su cuerpo buscando relajación, funcionaba de vez en cuando, y esta no fue una de esas.

- ¿Puedo bailar también? - Jeongin entro a la habitación junto a su residente pelinegro.- Amo esa canción.

- Bailemos.- tomo la mano del menor para mover las de un lado a otro mientras que tarareaban "Bellyache".

El momento parecía eterno, y Felix quería quedarse así, sonriendo sin preocupaciones mismas, sin saber absolutamente nada de lo que le rodea, sin saber de...

- ¿Que hacen? - Changbin entró a la habitación sonriendo por ver al rubio bailando "Candy" de Baekhyun. Felix borro su sonrisa de forma instantánea, aún sosteniendo las manos del pequeño.

- Eso no es tu problema.-tomo sus hombros dándole un giro se tobillos para que salga, pero este se negó y lo sacó de la habitación.

- Si me cantas Candy te dejo en paz - Cerró la puerta con pestillo, Felix no se había percatado de que ya estaban en la habitación del mayor.

Bufó, cuando iba a la mitad de la canción se quedo quieto pensando en la foto, la fiesta, la bienvenida, todo; Haciendo que cantar se le dificulte por el nudo en su garganta, apagándose más y más hasta quedar susurrando.

-¿Sucede algo?- se preocupó por un segundo, Felix lo vio parpadear variadas veces, forzando una sonrisa que iba y venia.

- Eso te pregunto yo a ti.- Sus dedos índices se posaron en los costados finales de sus labios, haciendo una linea recta en los labios del Ojinegro. -¿Es una faceta?

- No conoces a Seo Changbin.- susurró para si mismo, sin embargo fue tan audible para el rubio que se alejó, viendo las acciones que había hecho por una simple mueca del ojinegro.

- Tampoco quisiera conocerlo.- quiso irse cuanto antes, pero la mano en su muñeca lo detuvo, halándolo nuevamente al punto medio de la habitación. - ¿Qué quieres?

El ojinegro sonrió. - Nada, sólo ver que estés bien y saber porque me evitas cada vez que respiro a cinco centímetros de ti.- se acercó al rubio y este por inercia retrocedió.- Ahora son cuatro. dio una paso más largo.- ahora son dos...- miro a los ojos de Felix, se quedo pasmado al ver que estos estaban realmente vacíos, inclino la vista a sus labios; estaban ciertamente apretados. - ¿No quieres un beso?

Felix negó alejándose por los costados. - De ti, no gracias.

Auch, pensó Changbin al ver como Felix se sentaba sin pensar en marcharse.

- Quiero preguntarte cosas, muchas de hecho, y quiero la verdad. sus manos estaban como en la mañana, sabia que Changbin podía reaccionar de muchas formas y esas, golpearlo hasta el mismo darse cuenta que esta en el puto Hospital de Carat.

- Bien. - bufó eschando su cabello atrás. - pregunta.

- ¿Porque no me dijiste que le gustabas a Hanbin? - Tal vez debió preguntar algo más antes de esa, pues, pudo ver como el ojinegro aptetaba los puños con fuerza, sus venas resaltando en la piel que ahora se tornaba roja en los nudillos blancos.

- No creo que eso te incumba, no eres parte de mi familia. - tomo la silla contraía sentándose frente a Felix.

- Tienes razón, gracias a dios no soy parte de tu familia bien enferma. - Un golpe se propinó en su mejilla, ok, Lee Felix admitió que ese si se lo merecía, ya que la familia es sagrada. - Me pase, lo siento. - Sobo su mejilla con lentitud antes de continuar - ¿Me puedes explicar porque estoy aquí?

Quería las respuestas ya, y es que ya le entraban las dudas del Porque el, porque el si hay demasiados médicos especialistas, porque el sabiendo que no es medico psiquiátrico, sólo es un enfermero de primera en un hospital de cuarta.

- Porque fuiste contratado.- su mano masajeaba sus muslos, estaba nervioso.

- La verdadera razón Changbin, no soy psiquiatra, no se ni coña de eso, solo soy un simple enfermero que apenas puede tolerar el olor a la sangre. - quería saber de una vez por todas el motivo, quería
irse sin tener ningún cabo suelto.

- No lo se, no me preguntes a mi que yo no puedo darte respuestas a todo.- Seo observaba quieto como Felix se ponía de pie, sacudiendo su pantalón de pijama.

- Bien, hasta que Tú no me digas la verdad, no trabajaré, y si me obligan voy a demandar. - se fue de un portazo.

¿Era tan difícil para Changbin decirle? Claramente no, pero Changbin es una piedra dura, por dentro y por fuera, y Felix no había llegado a romperla después de tanto. Se estaba hartando de todo, y si Changbin no le daba lo que quería, nuevamente buscaria y ataría cabos por si sólo, como siempre lo ha hecho.

Pero esta vez no. Subió y subió pisos hasta llegar a la última planta, la puerta de mármol seco ya media rota se veía al final del pasillo, algo nervioso toqueteo unas cuantas veces hasta que alguien le abrió.

- ¿Que haces aquí, hijo?- su padre tenia una facha de haberse levantado recientemente.

- Dime la verdad de Changbin joder, diganme la puta verdad de una vez por todas que ya me siento morir.

— Felix, yo...

- Te estaba buscando...-Felix volteo a ver a la persona que lo llamo.

- ¿Que haces aquí?