CAPITULO TREINTA Y UNO

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—Eres patético.

Se levantó de golpe, su piel estaba bañada en una capa gruesa de sudor, sus nervios lo envolvían con preocupación.

—Despierta Hyung—dijo Jeongin a su lado con una sonrisa.

Apenas pudo ver bien a Jeongin, restregó los ojos con fuerza antes de mirarlo, de seguro su aspecto era el peor en esos momentos. Sin embargo una pregunta vino como el fuerte viento a su habitación.

—Jeongin, ¿como entraste?— preguntó al menor, después de eso Jeongin le sonrió negando con la cabeza.

—¿Dormiste bien?—Le dio entrega a su desayuno con confianza propia.

—Digamos que si. — levantó los hombros restándole importancia.

A los minutos Jeongin se fue de su habitación y el quedo totalmente sólo en esas cuatro paredes blancas, su curiosidad arremetía demasiado en sus sueños y en los lugares menos adecuados era en donde esa pequeña indecencia aparecia. Estaba lloviendo fuertemente, se podía notar por la capa oscura de nubes y las gotas de lluvia golpeando su ventana además de las ramas del árbol, tomo su impermeable y sus botas rojas para salir afuera, no le importaba mojarse, no le importaba en nada.

El agua fría tocó su nariz de forma busca, cerro los ojos dejando que el agua hiciera su trabajo. Jugo en la lluvia, aun si sus botas hayan sido inútiles, puesto a que las mismas estaban hasta el borde de agua.

Cuando la lluvia cesó, entro para darse un baño de agua tibia, Felix se sentía ¿pesado? No es por nada pero cuando tienes un peso en los hombros es feo ¿no? Felix parecía tenerlo de forma en que sus hombros parecían tener toneladas de ladrillos y cosas pesadas, no se sentía nada bien.

Llego a su habitación dejando en el perchero el impermeable que estaba mojando todo el piso y la botas en el pasillo para que el agua saliera con fluidez sobre la tierra del matero, y, aunque el no se dio cuenta, su cama estaba ordenada.

El no la había dejado así.

Se baño con paciencia, cepillando su cabello y cantando músicas del momento, algo había de extraño en esos momentos, el ambiente se sentía tenso, y el quería saber de donde provenía aquella gota de sangre que vaceo por su mejillas hasta el cuarzo del piso.

Sucio Felix... Corre!

Cerro los ojos con fuerza al sentir como su piel se desgarraba en la espalda rápidamente, viendo como el charco se hizo mas y mas grande, hasta que el color quedo a sus talones.

—!Felix!— se escucho un grito detrás de la puerta, pero Lee Felix no hizo un amago de ir a abrir la puerta de nadie.—¡Soy Hyunjin!

Sin mas, el pelinegro entro mirando a Felix con asombro y agite por haber corrido.

—¿Que pasa Hwang?—secaba sus cabellos con calma.

—Felix... Deberías... Correr.— susurro en su oido antes de el salir corriendo de su habitación.

A los pocos minutos llegaron tres guardias a su habitación con unas esposas y un extraño objeto.

—Lee Felix esta detenido por el asesinato de Kang Mirae, sus huellas se encontraron en el arma cometida.

No podia moverse, trago saliva con dureza y miro a los dos chicos con temor.

—¡Yo no he salido de la habitación!

—Eso no fue lo que paso.

«Too Many Face »

Una hora antes.

Changbin miraba el cadáver con ansiedad, hace poco Taeyong trajo en una bolsa el cuerpo de una chica en vuelto en mantas de distintos colores.

Aquella noche se metió en la habitación de Felix, prácticamente no forzó la cerradura, alguien mas le habla ayudado aquella noche para hacerlo, solo por un dulce lo hizo.

— Listo Hyung ¿y mi dulce? — preguntó Jeongin con diversión.

—Jeongin estas grande, ve a pedirle el dulce a Hyunjin.

Jeongin sonrió.

—Si no me da algo le diré a Felix.—canturreo con una voz gruesa.

—Si no me dejas de joder le diré a Hyunjin
que no estas enfermo.— hizo el mismo tono burlesco del menor.

—No metas a Hyunjin.— escupió jalando el
hombro del mayor al reverso.

—Cuidadito con lo que haces, y si quieres seguro viendo es mejor que no te metas rata.

—Es Felix.



«Too Many Face»

Llevaba casi dos horas gritando y llorando, diciendo que esa arma no es de el, ni siquiera sabe usarla correctamente, sin embargo la policía del Hospital lo esposó y lo dejo bajo arresto en el centro hospitalario y en la habitación mas alejada de todos.

Empezaron formarse escándalos en el hospital por el acontecimiento de Felix y el cuerpo de la chica que nadie mas que los policías lo conocían. Esa noche se quedó quieto mirando el techo lúgubre mientras la voz de siempre le decía que no podía estar mas decepcionado que la reina Isabel.

Comió poco, no le dejaban ver la luz de el sol, o hablar con alguien, exactamente en ese preciso instante Jeongin paso por ahí con una sonrisa...

—Hyung le respondo lo de la puerta.—sonrió y cuando lo vio le hizo un poquito. Ya estaba abierta, abierta por mi.

—¿Que? —Felix lo miro incrédulo, sin haber que hacer o decir Jeongin se fue...

Choco sus pies por horas, esperando alguna novedad, además de los regaños de los guardias para que dejara de llorar.

Simplemente no podía aceptar el hecho de que le estaban culpando de algo que el no había hecho, de igual forma le había sorprendido esa declaración de Jeongin.

Su mundo cada vez estaba mas extraño y solo tal vez, Jeongin sea ese lindo caso aparte...

Y ojalá fuese así.

Sus ojos se abrieron de par en par, paso sus manos por su cabello como cuatro veces seguidas.

¿Porque no me di cuenta? Empezó a gritar llamando a Changbin, ya que el ojinegro sabia cada cosa de ese lugar y si el sabia quien había matado a la joven Kang no se que, o tal vez sus teorías eran inciertas y Changbin no sabia nada... Pero esa quedaba bastante descartada.

Changbin veía a espaldas como Felix gritaba su nombre, sonriendo se alejó sabiendo que el rubio no saldria de ahí fácilmente...

Ya estaba todo en su lugar y ahora lo único que Changbin podía hacer era ver como Felix golpeaba su cabeza contra el barrote hasta poder ver como el azul se tenía de Rojo fuerte.

Hasta que Felix cayo al suelo como roca.

𝐓𝐨𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞   •𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡•Where stories live. Discover now