[3].[Coffee's Candy]

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Cheshire, Reino Unido.


Harry estaba feliz.


Harry estaba muy feliz.


El profesor había decidido faltar el día del examen de química, y como consecuencia el mismo se trasladaba a la semana siguiente dando a Harry más tiempo para estudiar.


Este efecto domino le permitió al rizado tener como nota final un siete, cuando solo necesitaba un cinco para aprobar ese trimestre.


Además de que había encontrado trabajo en una pequeña panadería cerca de su casa y esta le proporcionaba un sueldo mínimo, pero que para un adolescente de dieciséis años era más que suficiente.


Por eso es que esta tarde, Harry y su mejor amigo, Niall, habían decidido ir a la cafetería favorita del ojiazul: Coffee's Candy.


Niall no dejaba de hablar de cómo sus facturas eran las más ricas, sus donas la más dulces y su café era el más delicioso.


Obviamente sin saber que esa era la cafetería favorita de Harry también, pero no por cualquier comestible azucarado, sino porque ahí trabajaba Louis y después de cerca de un mes lo vería de vuelta.


A decir verdad se sentía muy confundido con respecto al chico castaño.


No le había contestado ninguno de sus dos mensajes hirientes, porque si lo hacía capaz lo insultaba de más y este no le volvía a hablar, y Harry no se podía permitir eso. Pero tampoco los había eliminado, y como pasaban los días desde el mismo el rizado se convencía cada vez más de que Louis estaba algo interesado en Él.


Niall sabía perfectamente de la orientación sexual del ojiverde pero no le había dicho nada a su amigo, ya que sabía que le aconsejaría dejar de andar tras ese idiota y volver con Nick, cosa que Harry no consideraba una opción... en ese momento.


Nick era un chico muy tierno y amoroso, de un año mayor que ellos, hacia cerca de seis meses que habían terminado, por causas naturales de noviazgos, se quedaron como amigos, aunque más de una vez Harry había llegado a la casa del mayor con ojos rojos, derramando lágrimas y Grimmy como buen "amigo" lo abrazaría por la espalda, repartiría besos por toda su cara y se dormirían un poco más felices al sentir el calor de otro.


-¡Ni!- Grito el rizado al ver a rubio dar vuelta por un pasillo de la escuela, seguramente buscándolo.


-Oh, ahí estas Harreh.- El rizado puso los ojos en blancos y le pegó, amorosamente, a su amigo con su codo cerca de las costillas.


-No, Harry, para, ¡cosquillas no!- Explotó en risas.


Bien, bien,- empezó el ojiverde.- Vámonos yendo, muero por un café.-


-¿Solo un café? Yo muero por una dona, un pastelito, el chico de detrás del mostrador, una rebanada de chocotorta.- Divulgó contento Niall.

Idiota.||l.s.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora