Idiota.||l.s.

[4].[Amelia]

Cheshire, Reino Unido.

Louis no sabía cuánto tiempo se había quedado con cara de estúpido mirando atentamente a Harry, pero supo que había sido bastante al sentir su mano picar de dolor.

La causa del dolor del castaño era que el cigarrillo se había consumido y le estaba quemando los dedos índice y medio. Lo tiró al piso y con su pie terminó de apagarlo.

-La puta madre.- Se quejó con un tono bastante femenino, (al tocar una pequeñísima marca en su piel), pensó Harry.

Una pequeña risa se le escapó al menor haciendo que Louis lo mirara con cara de orto pero no expresará ninguna de las cosas que invadía su mente.

En cambio, el ojiazul dijo sincero.- Gracias, por la cam- tartamudeo, (por) (el) frío, eso era seguro.-campera niño de ojos verdes.- terminó la frase.

Harry sonrío ampliamente, mostrando sus hermosos hoyuelos y Louis podía jurar que tendría sueños con aquellas perfectas imperfecciones.

-No hay de que viejo de los ojos azules.- contestó astuto el menor y ahora era el turno del castaño de sonreír y reír a carcajadas.

El rizado no lo podía creer, era la primera vez que veía a Louis reír, y de verdad reír. No una simple risa, o algo falso. Era totalmente real y Harry, internamente, deseaba que no fuera un sueño más.

A Louis se le formaban pequeñas arruguitas en los ojos y era tan perfecto, su risa sonaba como el canto de mil ángeles y su expresión de alegría era el paraíso en persona.

-Harry.- dijo confiado el menor, estirando su brazo, pero al segundo se dio cuenta de que había cometido un error porque la risa se había esfumado casi tan rápida como la sonrisa del ojiazul y ahora este lo miraba con esa cara de siempre, con esa cara de mierda.

-Amelia. Dime niño, ¿Por qué estamos diciendo nombres al azar?- encaró descaradamente.

-Mi nombre.- respondió con rapidez Harry.

-¿Amelia es tu nombre?-

Al menor le estaba enfureciendo que no le entendiera. No sabía si lo estaba cargando o de verdad era así de boludo.

-No, Harry.- contestó frustrado ya.

-Creo que te queda mejor Amelia.-

Louis se estaba divirtiendo tanto, el niño de ojos verdes, ahora llamado Harry, (le recordaba su mente), estaba hace como cinco minutos con cara de confusión mezclada con enojo y eso hacía que se viera tierno.

¿Tierno? No. Le recrimino el cerebro a Louis, pero sabía que la respuesta era "sí".