Izuku camina lo mas rápido que puede, diciendo mil y un maldiciones.
Hizo caso omiso a cualquier llamado hacia su persona. En su mente solo pasaba el momento exacto en el que Katsuki le dijo esas horribles palabras.
— Idiota, maldito idiota-
Lo único que detuvo su hablar fue el sonido de una explosión y la bocina de un auto.
Su cuerpo fue tirado para atrás y cayo contra el frio pavimento.
— ¡Porque no miras por donde vas, maldito idiota!
Katsuki estaba frente a el, con su pecho subiendo y bajando, sus mejillas rosadas y sudor escurriendo por su frente.
Su uniforme se veía mas desordenado que de costumbre y lo mas sorprendente era que estaba llorando.
Katsuki estaba llorando.
Frente a el.
Llorando.
— Tenemos que hablar, levántate y v-vamos a mi casa. Rápido.
Izuku negó con la cabeza — No tenemos nada de que hablar — Se levanta y da la vuelta, aun con el ceño fruncido y tono de voz serio.
— ¡Si tenemos!
Izuku solo ignoro los gritos del rubio, dejándolo solo en plena avenida. Lo único que quería era ir a casa y dormir. Fue un día terrible, necesitaba un descanso.
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Izuku decidió faltar a clases, su madre no se lo impidió, y de paso tuvo que viajar por una emergencia.
Tenia casa sola, y eso no era tan divertido como alguna vez imagino.
Aunque claro, esa soledad no duro mucho.
Eran aproximadamente las 3 de la tarde, ya había almorzado y ahora se encontraba tirado en su sofá buscando alguna película que ver.
El timbre de la puerta resonó por la casa, soltó un suspiro cansado y fue a ver quien era; Grande fue su sorpresa al ver que era nada mas y nada menos que Katsuki, la última persona que quería ver.
— Abre la puerta, Deku... Se que estas ahí.
La puerta frente a sus ojos se abrió, dejando al descubierto a un peliverde en pijamas con la mirada aburrida.
— ¿Necesitas algo, Bakugou?
—... No, pe-
— Entonces, adiós.
Katsuki atrapa la puerta, impidiendo que se cierre — ¡Déjame terminar de hablar maldita sea!
— Habla rápido.
—... Primero tengo que saludar a la tía Inko.
— No esta, habla de una vez.
—... Um... ¿Puedo al menos pasar?
— No.
— ¡Deku!
— Bien, si no tienes nada mas que decir, adiós nuevamente.
Katsuki volvió a tratar de bloquear la puerta, pero esta vez no pudo, Izuku aplico tanta fuerza que fue incapaz de siquiera intentarlo.
— No me iré hasta que hablemos...
No hubo respuesta alguna. Suspiro cansado y se sentó en el suelo, apoyándose contra la puerta.
— Solo quiero hablar contigo...
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No es ni el 7 cap, y ya esta todo mal.
Jajsjaja.
No se olviden de votar si les gusto el cap, y que tengan un lindo día. Bye Bye~
