16

2.3K 254 24
                                    

Izuku mira atento como Katsuki entrena, luchando cuerpo a cuerpo con el pelirrojo que parece estarla pasando difícil.

Katsuki es bueno luchando sin usar su don, en cambio Kirishima parece pasarlo mal por no estar del todo acostumbrado a defenderse sin ayuda de su don.

Aunque a momentos parece agarrar ventaja, lo cual de igual forma termina con él en el suelo pidiendo piedad.

Si, Katsuki es fuerte, y eso es bueno.

El entrenamiento concluye de buena manera, su maestro los manda a cambiarse y también les da un breve descanso.

Katsuki aprovecha ese descanso para ir a buscar a Izuku, aunque se toma su tiempo en las duchas porque odia estar sucio.

Al salir, ya con su uniforme limpio y sintiéndose más fresco y relajado, empezó a caminar hacía la zona donde estudia Izuku.

Iba a mitad de camino cuando de repente alguien lo jaló a una sala vacía, que parecía no usarse desde hace tiempo.

Su primera reacción fue lanzar una explosión, pero esta fue desviada al techo en un movimiento rápido. Katsuki frunció el ceño ante aquello, decidiendo no atacar para ver a la persona que lo arrastró.

— Oh Kacchan, eso fue peligroso... — susurró, sonriendo mientras sostenía de la muñeca al rubio.

— Ah... Mierda, no hagas eso de nuevo.

Katsuki relajó sus músculos de inmediato, con su expresión cambiando a una más cansada y tranquila. Cerró sus ojos y se dejó abrazar por el pecoso, sintiéndose a salvo después del susto interno que sufrió hace un momento.

— Estaba de ida a verte, tenemos un descanso, es corto pero...

— Pero es suficiente para nosotros, lo sé.

Katsuki asintió en silencio, sintiendo los brazos de Izuku enroscarse con fuerza en su cintura, de una manera ruda y tosca que lo hacía sentir extraño.

Algo se sentía diferente.

— ¿Estas bien?

— Mmm... Si, solo que estuve ocupado y no dormí bien.

El rubio sonríe a medias y lo ve a los ojos fijamente, llevando sus manos calientes en las frías mejillas llenas de pecas. Pudo sentir como el cuerpo de Izuku tembló ante su toque, quizás por el contraste de su calor corporal, o porque el contacto entre ellos disminuyó.

— Tus manos arden, queman... Me encanta...

Su corazón empezó a latir con fuerza de nuevo, viendo hechizado como Izuku cerraba sus ojos y se regocijaba ante su tacto.

— Bésame...

Izuku abrió un poco sus ojos, bajando su mirada hasta los labios color melocotón que se veían apetecibles.

No dijo nada, solo acercó su rostro con cuidado y besó al rubio, sintiendo ese abrumador calor recorrer su cuerpo de pies a cabeza.

Katsuki es su debilidad, y eso no es bueno.

Cuando entra a su salón, Katsuki recibe algunas miradas curiosas, junto con la mirada furiosa de su profesor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando entra a su salón, Katsuki recibe algunas miradas curiosas, junto con la mirada furiosa de su profesor.

Aizawa le reprendió el hecho de que llegara tarde, y que para la próxima recibiría un castigo.

Kastuki prefirió quedarse callado y hacer caso, escuchando las palabras de su maestro. No tenía ganas de ganarse un castigo, y además estaba bastante contento después de ver a Izuku.

— Está bien... No volverá a pasar.

Se dio la vuelta y fue a su asiento, acomodando su camisa y cabello porque se sentía raro.

Al sentarse, Uraraka lo vio de reojo, abriendo sus ojos en grande y sus mejillas ardiendo. Volvió su vista a su cuaderno y trato de ignorar las marcas que este traía en su cuello, podían ser por cualquier cosa, quizás se golpeó en la ducha o entrenamiento, en todo caso, ella no tiene porqué opinar nada.

Trata de calmar la vergüenza que siente por haber descubierto eso e intenta enfocarse en lo que su maestro explica.

Esta muy avergonzada.

Katsuki, en cambio, notó la obvia mirada que le dio Uraraka, cubriendo su cuello con su camisa al darse cuenta de su error.

Ahora la vergüenza de haber sido descubierto lo cubrió por completo, solo que supo disimularlo.

Izuku a veces se excedía, se dejaba llevar por el momento, y el también. Le gustaba sentir los besos de Izuku quemando sobre su piel, con sus manos agarrando fuertemente su cintura y sus uñas arañando su piel.

Le gusta sentir ese ardor, esa sensación de dolor que se instala cada vez que Izuku lo muerde.

Le gusta todo eso y más.

Creo que voy a matar a alguien, solo que aún no se a quien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Creo que voy a matar a alguien, solo que aún no se a quien.

Yaveremos.

I KᑎOᗯWhere stories live. Discover now