De entre todas las situaciones posibles, lo que Izuku menos esperaba era ser recibido de manera "amistosa" por los ex seguidores de Katsuki.
Tampoco esperaba que fuera a Katsuki a quien recibieran de una manera... no tan buena.
Cuando llego lo primero que vio fue un pequeño circulo de personas, en donde el centro de atención era el rubio.
Creyó que, como siempre, Katsuki estaba molestando a alguien, y su séquito lo estaba alabando.
Obvio fue grande su sorpresa al ver que el rubio tenia una mirada seria, viendo fijamente su casillero.
— Vamos, algún profesor vendrá y hará lío — los tres chicos rieron y se apartaron del lugar, disolviendo así el circulo de estudiantes.
Izuku decidió ignorarlo y pasar de largo, pero cuando desvío solo un poco la mirada, pudo ver claramente como el casillero de Katsuki estaba abierto y en el se veía sus zapatos rotos y llenos con tierra y otras cosas.
Eso es algo típico en personas que son molestadas, pero no tenía sentido que sea a Katsuki a quien se lo hagan.
— Katsuki...
— Cállate, esto no es nada — dijo, en un tono brusco.
— Iba a decirte que te lo mereces.
Al oír esas palabras Katsuki volteo con los puños apretados y una mirada confundida.
— ¡Oi, Deku! — el peliverde hizo oidos sordos ante el llamado — Maldición, no me ignores.
Katsuki pudo alcanzarlo, lo agarro de la muñeca y lo hizo voltear a verlo. Izuku ni se inmutó ante la mirada y fuerza que ejercía Katsuki en el agarre.
— ¿Necesitas algo, Bakugou?.
— ¡No me llames así! Y no... no necesito nada...
— Entonces me voy.
De nuevo Katsuki sintió una punzada y mal sabor de boca. No entiende porque ahora se siente así, siendo que antes no le importaba los pensamientos o acciones del peliverde, supuestamente.
— E-espera... si necesito algo...
Izuku alzo una ceja curioso, pero manteniendo esa mirada desinteresada.
— Te necesito... — la voz del rubio salio suave, tanta que el peliverde pareció desconcertado por un momento.
— ¿Me necesitas?...
— Si. No se porque, pero estoy asustado, esto me abruma. No quiero que me ignores, no te olvides de mi.
— Yo-
— Izuku, no me dejes.
Los ojos rubíes se cubrieron con una capa cristalizada, sus manos temblando y sus mejillas teñidas de un rojo suave.
Aquella escena hizo temblar al peliverde, dejando que inconscientemente una media sonrisa se formara en sus labios.
— ¿Kacchan, me necesita?.
— Si, y mucho.
Katsuki empezó a sollozar por lo bajo. Trato de cubrirse con sus manos pero Izuku se lo impidió.
Sus muñecas estaban apresadas por las ásperas manos del peliverde, quien lo veía fijamente.
— ¿Qué tanto me necesitas?
— N-no lo se, mucho, demasiado, tanto que quiero gritar y llorar.
Izuku mordió su labio, evitando reír. Se sentía tan bien tener de esa manera a Katsuki.
— Entonces cuidare de Kacchan. No me iré a ningún lado, me quedare contigo.
El rubio cenizo sonrió y abrazo al pecoso, con las lágrimas deteniéndose abrutamente.
Izuku acariciaba las hebras rubias como "consuelo", y Katsuki solo se dejaba hacer, feliz del pequeño contacto físico.
La campana de entrada sonó repentinamente, haciendo sobresaltar a ambos chicos. Izuku fue el primero en romper el abrazo, decepcionando un poco al rubio.
— Vamos al salón, Kat...Kacchan.
— Bien, pero antes...
Katsuki sonrió y entrelazo su dedo meñique con el de Izuku, confundiendo al pecoso.
— ¿Qué significa?
— Es una promesa. No me puedes dejar, me tienes que cuidar y viceversa.
— ¿Qué sucede si la rompo?
— ...Voy a morir...
— Pff... como digas.
Izuku sonrió y le siguió el juego. No entiende el extraño humor y promesas del rubio.
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katsuki y yo después de la escena de la promesa: bromita😝🤙
Por ciertooo, se salvaron de que mi próxima historia sea troste. Aunque tampoco será horny.
