Con flores... (Isabela y tú)

Perspectivas.

(Dolores)

Yo puedo escucharlo todo a través de las puertas, de ventanas, de las grietas en las paredes.
Siempre escucho, pero jamás actúo.
Pero eso va a cambiar, porque la felicidad de mi prima está de por medio, y su felicidad es la mía.
Pagaremos lo que cueste que, después de tantos años perfectamente infeliz, pueda sonreír de verdad.

(Camilo)

No puedo dormir muy bien, la verdad.
Sólo puedo pensar en la abuela, y en lo mal que le cae ___.
No lo entiendo, la verdad. Es que ni la conoce, ni le ha hecho nada. ¿Cuál fue el error de mi amiga? ¿Hacernos reír? ¿Escucharnos? ¿Enamorar?

Tal vez no le guste porque ___, de cierto modo, rompió su esquema.
Supongo que nuestra verdadera felicidad no es algo que la abuela diseñó tal cuál en su plan.

(Julieta)

Sé que me molesta, pero de cierto modo, también entiendo a mi madre, y su odio por ___.

Ella es una chica dulce y buena, que sólo ha traído sonrisas y felicidad a mis sobrinos y a mi hija. Pero hay algo en ella que cambia a Isabela... Es casi como si mi hija volviese a la vida. Y aunque a mí no me gusta que así la vea, mi mamá toma a Isabela como perfecta... Y supongo que, al verla así, cree que ese don... Se le quita.

Aunque, siendo sinceros... ¿Es la perfección un don, o una simple y triste presión?

(Luisa)

Es más que obvio que estas dos están perdidamente enamoradas; no es necesario ser un genio para notar el brillo en sus ojos cuando se miran aunque sea a lo lejos; no hace falta ser muy listo para notar el amor, la energía, y los celos.

Y si la loca soy yo, entonces, ¿qué hacía Isabela subiendo con lianas por su balcón a la chica que la abuela más odiaba?

(Isabela)

Ya estamos recostadas en mi cama, abrigando con mi frazada y mis brazos y piernas a mi novia, cuando la siento temblar.

Isabela: ¿Aún tienes frío?

___: No...

Isabela: ¿Entonces por qué tiemblas?

___: Porque tengo miedo.

Suelto una silenciosa y suave carcajada; casi sólo aire saliendo de mi nariz.

Isabela: ¿Y eso?—pregunto, aunque sé exactamente a dónde va.

___: Justamente por lo mucho que te quiero, no quiero causarte problemas, mi amor.

Isabela: ¿Por qué crees que me causarás problemas?

Me mira fastidiada; sabe que sé de lo que habla.

___: ¿En serio?

Isabela: Princesa, ya estamos solas y calientitas, no hay que hablar de cosas feas...—la acerco aún más a mí y le doy un beso en la cabeza, sintiendo su respiración en mi clavícula, y pronto, sus lágrimas—¿Por qué lloras?

___: No quiero dejarte ir...

Isabela: Entonces no lo hagas.

Se separa un momento de mí y me mira, consternada. Yo sólo sonrío levemente para tranquilizarla.

Isabela: Eventualmente se va a tener que enterar, y lo va a tener que aceptar, porque yo no pienso dejarte ir.—no mueve un músculo; sólo me ve, aún con lágrimas en los ojos, como si el mundo se estuviese acabando—¿Sabes? Camilo, Dolores y yo hicimos un pequeño... Engaño, a la familia para poder yo venir a sacarte del frío, y ahora les debo una explicación a mis hermanas y a Toñito. Y... Quiero decirles de lo nuestro.

___: P-Pero Isabela...

Isabela: Te... ¿Te avergüenza?

Se separa por completo y clava sus ojos en los míos, muy seria.

___: Me siento la chica más afortunada del mundo por estar contigo. Pero... ¿Y tus tíos? ¿Tus papás? ¿Tu... Abuela? ¿No crees que nos delatarán?

Isabela: Regresa aquí.—la atraigo de nuevo, y acaricio su cabello—Si conozco a mis hermanas, no dirán nada. Tú tranquila... Todo lo que pase depende de cada perspectiva.

___: Isabela...

Isabela: ¿Sí?

Me abraza con sus piernas y se aparta un poco para darme un beso.

___: Te quiero.