Circus (+18) I COMPLETA I

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Todo en mi ser se congeló al leer aquellas palabras en cursiva, plasmadas en el papel que sostienen mis manos, ahora con temblor. Releía la oración una y otra vez, con el aire atascado en mi garganta. Esto no era una maldita broma, esto era muy real. Mi nombre, Aubrey Roux, está en letras grandes y claras, una invitación directa y únicamente para mi.

Austin había desaparecido de mi lado e incluso llegué a pensar que fue obra suya. Pero no tenía sentido. Creo conocerlo lo suficiente para saber que no me dejaría sola y menos con algo tan escalofriante, él no es un tipo de bromas. Así que no me quedó otra que mirar a mis lados con atención esperando encontrar aunque sea una señal de algunos de los integrantes de mi familia. Pero no había ninguna cabellera roja que yo lograra reconocer.

De repente, todo el sonido de los juegos y las risas de los niños comenzaron a ser ensordecedores y molestos. Respiré pesadamente, intentando calmar mis nervios, pero era imposible para mi controlarlos. No sabía por dónde comenzar, o si gritar, o si llamar a alguien.

Presa del miedo y la desesperación, comencé a mover mis pies sin dirección alguna. Simplemente observé a mi alrededor mientras buscaba a los Roux. En el proceso, se me ocurrió voltear la tarjeta para ver qué decía en su reverso.

"Las estrellas son difíciles de alcanzar, pero si quieres intentar, en el punto más alto debes estar"

No tuve que leer dos veces para alzar la cabeza y comprender. En la lejanía, en la zona menos habitada de la feria, la llamada "torre oscura" podía observarse desde cualquier punto de vista. Aceleré mis pasos hasta estar prácticamente corriendo hacia dicho lugar donde los Roux se podían encontrar.

Tuve que empujar varios hombros mientras atravesaba el gentío. No me importó, considerando que estaba desesperada por llegar y volver a escuchar sus voces. No habían pasado ni cinco minutos sin ellos y ya me sentía sola, con esa opresión en el pecho que pocas veces sentí en mi vida, y que se dieron cuando me sentí en los puntos más bajos de mi existencia. Me negaba a volver a vivir esa sensación en mi cuerpo y mente.

Llegué a la puerta de la torre, la cual se componía de una estructura de piedra bien firme, de color entre negras y grises, bastante escalofriante. Y es que el propósito de este lugar es llevar al visitante en un viaje oscuro y tenebroso, a través de las decenas de escaleras que subían hasta el punto más alto de la estructura. Para mi sorpresa, no había nadie, ni siquiera un guardia o algo parecido. De hecho, hasta parecía que el puesto estuviera fuera de servicio.

Tragándome mis nervios, me adentré en la misma para encontrarme con un espacio reducido, sombrío y siniestro, con apenas algunas antorchas iluminando diferentes secciones de los escalones. Quise sacar mi teléfono para ayudarme con la luz del mismo, pero cerré los ojos con fuerza al recordar que lo había dejado en el bolso de Caroline mientras visitábamos el lugar.

No me quedó otra que actuar con valentía y comenzar a subir, completamente sola. No me gustaban este tipo de ambientes. No cuando el objetivo era asustarme o hacer que me haga pipi encima. Porque estaban a punto de conseguirlo. Comprendo que algunos encuentren la diversión en ese tipo de cosas. Pero yo no puedo, mucho menos sin saber qué me puede esperar al final.

Claramente, el sitio no se encuentra en sus mejores condiciones. Las rocas crujían debajo de mi, en lo que continuaba subiendo los escalones. Mi corazón latía a mil, pero no me detuve. Al cabo de varios minutos, una luz, que hace segundos era pequeña, ahora tomaba más forma, agrandando su tamaño.

No sé cuántos metros habían sido, pero por lo menos lo había logrado. Finalmente, y sin ningún rasguño y sin pantis llenas de pipi, llegué hasta arriba. Tuve que abrir una puerta para salir a lo que parecía ser una especie de balcón. Efectivamente, podía observarse todo el parque de diversiones, y la feria en medio. Si no fuese porque tenía algo más importante que hacer, me habría detenido a admirar la belleza de las luces debajo de mi, y la preciosidad de las estrellas en el cielo.