Capítulo 4: La tentación en persona

544 58 9
                                    

«Jeon JungKook, ¿por qué diablos eres tan tentador?», pensó JiMin.

Y es que ciertamente, después de que ambos se alejaran de ese beso caliente, se miraron unos minutos en los que regulaban su respiración. El pelinaranja no sabía qué pasaba por la mente de su menor, pero estaba seguro que estaba avergonzado. Puesto que después de que ambos mofletes se tiñeran de un color rojito, el castañito, se limpió con el dorso de la mano la saliva que se escurría en la barbilla, y en la de su Hyung, rompiendo así el hilo salival, además de eso, cerró los ojos por inercia y se cubrió el rostro avergonzado de la situación en la que se encontraban.

JungKook se levantó del regazo de su mayor, pero aún no apartaba sus manos de su rostro, se inclinó haciendo varias reverencias y disculpándose por el momento incómodo y vergonzoso que estaba sucediendo

―JiMin Hyung, discúlpeme... discúlpeme ―Su vocecita dulce se escuchó arrepentida―. No sé, lo que... lo que... ―tartamudeó el pequeño―. Y-o, no entiendo lo que acaba de pasar, esto nunca me h-a pasado, los besos de mami siempre son en mi mejilla, pero esto-

―Calma

―Yo de verdad, no quería...

―Tranquilo, tranquilo. ­­―JiMin hizo un ademán para que se detuviera, sinceramente él no esperaba la reacción confusa, asustadiza y dubitativa del menor. Y en su mente se repetía que no lo volvería a hacer. No lo volvería a hacer, hasta que su menor pronunció las siguientes palabras:

―Esto... Yo... ―pronunció inseguro―. Nunca me había pasado, Hyung-

―¡Lo siento! ―Interrumpió el mayor, juntando sus manos en súplica―. De verdad, lo siento, ¡no quería asustarte! ¡Por favor, no les digas a tus padres! ―habló impulsivo con los nervios a flor de piel, dejando de lado la serenidad que estaba fingiendo. No quería ser regañado por su madre, ni quería saber la reacción que tendría si se enteraba que su único hijo, haya besado a un niño menor de edad.

―Pero, Hyung...

―Sé que acabo de cometer un error, pero... ―El pelinaranja se arrodilló ante JungKook―. No lo volveré a hacer.

―Hyung-

―Si tus padres le dicen a mi madre que te eh besado, ella me odiará, es más, ¡me echará de la casa, y mi padre...!­ ―Tomó un poco de aire y continuó―. ¡Él y ella odian a los homosexuales, y si sabe que yo te-

―¡JiMin, me gustó el beso! ―exclamó el castañito, haciendo dos pequeños puños a cada lado de su cuerpo, mostrando así que lo escuchara y se callara un momento.

JiMin dejó de suplicar y se quedó en shook por la dulce voz que lo detuvo de su llanto. Se limpió las primeras lágrimas que le salieron y se calmó para escuchar a su Dongsaeng.

―Hyung, me gustó mucho el beso ―confesó tímido― De hecho nadie me ha besado. E-es mi primer beso. ―Sus mejillas volvieron a tomar el rojo intenso que hace unos segundos había abandonado el rostro *níveo del niño.

―... ¿Qué dices? ―preguntó confundido―. ¿Tratas de decirme que el beso no te desagradó?

―Uhúm

―...

―...

Silencio. Ninguno de los dos, se atrevió a romper el hielo, no hasta que JungKook dijo:

―Me gustó mucho, Hyung

―¿Eh?

―El beso, el beso me encantó, quisiera volver a repetirlo. ―JungKook escondió su rostro entre sus manos, su rostro de por sí ya parecía un pequeño tomatito.

Los trastornos de la inocencia↬[ᴊɪᴋᴏᴏᴋ]Where stories live. Discover now