Capítulo 06: Lo que los unió

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Mikasa se maquilló lo más que pudo para ocultar el rostro demacrado. En su mente imaginaba los peores escenarios y se preparaba para soportarlos.

No iba a llorar.

No delante de Eren.

No quería hacerlo sentir culpable.

Si le pedía acompañarla a las citas prenatales, le diría que sí. Si no las mencionaba, no iba a recordárselas. Si quería tener a su bebé los fines de semana...

Demonios.

El pecho le dolía demasiado.

Para los nervios de ella, volvieron a llegar temprano, por lo cual estuvieron esperando en la recepción. Al poco llegó Marie, con una sonrisa un poco nerviosa mientras jugaba con una carpeta entre sus manos. Levi no le prestaba atención mientras tomaba su celular y lo apagaba.

Mikasa tenía nuevamente aquel tic de su pierna temblando y las manos inquietas moviéndose a través de su vientre, aprisionándose los dedos.

Erwin salió de una de las salas, su expresión un poco tensa, encabezando al grupo de personas que salía detrás de él, lo cual hizo sobresaltar a Mikasa.

—Eren no ha llegado aún— murmuró ella hacia Levi.

—Está aún a tiempo— le respondió Levi, señalando el reloj.

Dos personas finalmente salieron, más apartadas que nunca. Y uno de ellos tomó las escaleras mientras la otra esperaba al ascensor.

Erwin se acercó hacia Marie, entregándole un folder con el caso.

—Uy... mala comunicación e irremediable de reparar. — murmuró ella, acariciando disimuladamente el pecho de su esposo. Erwin asintió, viendo el inevitable divorcio entre aquellos que acababan de abandonar su oficina. —¿Quieres un té?

El rubio negó. Marie observó por encima de su hombro, notando que tanto Mikasa como Levi parecían abstraídos en sus propios pensamientos, así que Marie tomó la mano de su esposo y lo llevó a la pequeña cafetería. Una vez ahí dentro, ella se empinó y le dio un beso suave en los labios tensos.

—No te preocupes— dijo Erwin en voz baja, aceptando el beso de ella. —Son gajes del oficio.... Y no siempre pueden arreglarse.

—Si no quieren— objetó Marie, sus dedos aprisionando la carpeta. —Amor... ¿Hay alguna multa por no remitir a tiempo un proceso judicial para su registro?

—Depende del caso... ¿Qué ocurrió?— preguntó él, preocupado. —¿Hay demasiado trabajo para ti? Puedo hablar con la facultad de jurisprudencia y pedir a estudiantes de los primeros años. Podrán leer los casos, ayudar a enviar documentos y tener un ingreso adicional pero no pueden participar aún en los procesos.

Marie suspiró profundamente mientras le enseñaba el folder a Erwin.

—No pude hacerlo— dijo ella. —Lo siento mucho.
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Levi solía mantener una expresión estoica la mayor parte del tiempo y existían pocas cosas que lograban desestabilizar aquella seriedad de su rostro.

Que se abrieran las puertas del ascensor y saliera de ahí Hanji con una falta oscura ajustada a su cuerpo y a juego con una blusa blanca y un blazer que resaltaba su profesional vestuario eran una de esas cosas que podían desestabilizarlo... No es que antes Hanji hubiera ido a las audiencias poco acorde, pero para el bienestar emocional de Levi prefería verla en los pantalones ejecutivos, así no se distraía con las piernas envueltas en esas medias nylon.

Si el plan de Hanji era distraerlo para que no protestara por alguna exigencia de Eren... maldita sea que iba a conseguirlo.

Eren salió del ascensor detrás de Hanji, con una expresión que delataba que había tomado su decisión y no iba a dar marcha atrás en la misma.

Adheridos SeparadosWhere stories live. Discover now