Us, again [SEVENTEEN]

VIII: Porque de repente se me vinieron a la cabeza (¿13?)

A pesar de tener ojos pequeños, Kwon Soonyoung siempre fue un niño curioso que vivía metiéndose en problemas y empeoró al llegar a la adolescencia, cuando se volvió bastante imprudente. El peor recuerdo que tiene fue la vez que leyó sin permiso el diario personal de Wonwoo y se enteró que gustaba de una niña de su colegio; sin duda se merecía la ley de hielo que le aplicó su amigo por unas 3 semanas.

Desde entonces, se prometió reprimir todo impulso de estupidez que lo obligue a meter las narices donde no le incumbe... promesa a la que estaba fallando miserablemente en cuanto su yo del futuro le encomendó que vigilara la puerta de la terraza donde las versiones adultas de algunos de sus amigos habían ido a parar.

Se suponía que no les iba a abrir sino hasta que todos los veinti-pico estén en la empresa, pero ¿Cómo habrían envejecido? ¿Qué tan altos y guapos estarían? Ya vio a Wonwoo adulto y a su propia versión, fue fascinante.

Llevaban media hora intentando convencerlo de abrir la puerta y casi cedía, pero aseguró mantenerse inmovible.

— ¿En serio Jisoo hyung se hizo un piercing en la ceja?—preguntó sin creerlo realmente, sabía que no era capaz.

—Fue el año pasado—aseguró Seungkwan del otro lado de la puerta— ¿No quieres ver, pequeño Soonyoungie? Ábrenos la puerta

— ¡No puedo!—gritó intentando sonar firme— ¡Y...no me llames así! Soy mayor que tú, Boo Seungkwan.

— ¡Hoy no! Así que agrégale un 'hyung' a mi nombre si no quieres terminar balcón abajo, mi adorable Soonyoungie.

— ¡Tú... !

— ¡Dejen de pelear, Dios! Ya me duele la cabeza—le regaño Joshua.

Se quedó callado. Era mejor esperar y distraerse con algo más para no pecar de torpe y estropear todo. El Soonyoung del futuro, por alguna extraña razón, confiaba en él y no quería defraudarlo.

Algo más raro que ver a su versión adulta, fue saber el futuro. Él y Jihoon conversaron un buen rato con el denominado Hoshi y el Wonwoo más serio antes de que el CEO lo llamara para una reunión, en ese tiempo pudo conocer un poco de lo que sería el SEVENTEEN en que se convertirían... y no fue suficiente. Se impacientó y ahora quiere dar skip a todo e ir por ello, quiere ya lograr todo lo que le contó Hoshi.

Pero debe ser paciente y esa es una virtud que aunque intenta no consigue.

— ¡Hyung!—escuchó gritar a Seungkwan— Y ahora ¡¿Cómo se supone revertiremos el deseo?!

Soonyoung se vio tentado a abrir la puerta, pero se contuvo.
"No los dejes salir o el CEO podría verlos" recordó y gruñó, solo pegó su oído a la puerta para escuchar mejor.

—No sabemos si lo necesitamos o no para solucionar las cosas, tranquilo.

— ¡Pero se cayó por el balcón, hyung! ¿Qué hacemos ahora?—solo oía a dos de ellos ¿Dónde estaba el otro muchacho? ¿Quién se cayó por el balcón?

Eso había sonado mal. Los nervios colocaron en la mente de Soonyoung mil escenarios posibles donde, en la peor situación, Joshua colgaba de la baranda. Tal vez sus versiones futuras no eran tan buenas como pensaba ¿Y si se habían convertido en delincuentes? ¡O peor, en dementes! porque nadie en su sano juicio empuja a una persona de un piso alto así nada más (quizá Jeonghan, no sé).

¿Y si eran una especie de hechiceros y esa era la razón por la que aparecían de la nada?

—Podemos recogerlo abajo después.

— ¿Y si alguien lo ve?

— ¡Pues asómate y vigila que nadie se acerque, genio!

—No puede ser.