XXVI: Cuando los días no van como los planeé

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1+1 es 2.
2+2 es 4.

A menudo Wonwoo se sentía como un chico listo, la lógica era su fiel compañera con la que tuvo que aprender a vivir conforme el tiempo y la edad se lo demandaban.

Si golpeas, duele.
Si gritas, se escucha.

Si no pides adecuadamente un deseo, no se cumple como querías.

— ¡Qué carajos!

— ¡¿Quiénes son ustedes?!

—No nos avisaron que habría staff masculino.

—No parecen staff...

— ¿Qué hacen en el vestidor de chicas?

Miró a Dino a su lado, encontrándolo confundido y con los ojos bailando por las paredes, incapaz de mirar enfrente sin toparse con jovencitas semidesnudas. No era su culpa, simplemente aparecieron allí al viajar en el tiempo. Los deseos escogieron los lugares al azar, el camerino de las bailarinas de respaldo pareció un buen sitio para ubicar a Wonwoo y Dino.

—Señoritas, somos los presentadores del showcase de hoy—inventó Wonwoo, tratando de escapar de la embarazosa situación—. Soy... uhm... Beanie-san y él es... uhm...

—Bangchan-ssi.

— ¡Queríamos ver si necesitan algo! Estamos a sus órdenes, bellas damas ¿Refresco? ¿Agua?

— ¿Más minutos en cámara?

Ellas pestañearon en silencio, completamente incómodas. Lo siguiente que supieron es que los estaban sacando a patadas de ahí, insultándolos mientras Dino enrojecía de la vergüenza.

Ambos se quedaron en el pasillo, descolocados y sin idea de qué hacer después.
¿Podían dar por arruinado el plan? No sabían dónde estaban los demás, qué es lo que debían hacer hasta entonces o si Wonwoo podía usar los deseos sin el consentimiento y permiso de los demás.

Sacó de su bolsillo los 2 papeles que habían llevado.

—Pidamos el de no ser reconocidos—sugirió Dino tomándolo del brazo como gancho—. Si mal no recuerdo, nuestro camerino está doblando la esquina. El armario en el que desperté fue este—señaló a sus espaldas— ¿Crees que podamos ver a mi yo de hace 3 días?

—No podemos arriesgarnos—Wonwoo miró los papelitos como si esperara que les salieran piernas y comenzaran a bailar, rezongó frustrado—. Tienes razón, hay que usar ese deseo, pero ¿Y los demás chicos?

—Debieron despertar en otro lugar. Si están fuera del edificio, tal vez mini yo no llegue a tiempo para presentarse—revisó la hora ya comenzando a desesperarse—... hyung, hay que pedir el deseo para encontrar a Lee Chan 2015, mejor.

Afirmó con la cabeza y como varias voces se escucharon por el pasillo, aún de gancho, subieron por las escaleras del personal hacia la azotea del edificio. Dentro no había nadie y lo comprobaron antes de tomar el papel.

—Deseo que Lee Chan 2015 aparezca frente a nosotros—pidió Wonwoo 3 segundos antes de que alguien abriera la puerta y los mirara con asombro.

Un joven Lee Chan, titular de la línea temporal actual, los miró con asombro desde la entrada y el fuerte viento matutino le arranchó de las manos la hoja de papel que cargaba con él.

"¿No fue demasiado fácil?"

(. . .)

Había un problema. Un serio, grave y ridículo problema que estaba ya sacando de quicio a Seungkwan y Jihoon 2015: no encontraban los anillos.

Us, again [SEVENTEEN]Where stories live. Discover now