•Por ti.

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Natasha, 26.

La llamada de hoy temprano todavía me helaba la piel, no podía dejar de repetir en mi mente la corta conversación que tuve con Wanda.

—Natasha... Por favor, sálvame. —Suplicó desde el otro lado de la línea.

Mi corazón se apretó ante el miedo que me invadía, no puedo reaccionar ante ésto. Por primera vez tengo miedo real, por primera vez no sé si lo logre.

Aparté esos pensamientos rápidamente. La señal era mala en ese momento, la escuché en una especie de susurro ahogado. Fue horrible.

—¿Listo el equipo?—Pregunté a Steve quien asintió mientras subía a la camioneta. Delante nuestro una furgoneta con más agentes armados. —¿Fury?—Llamé a mi jefe quien se encontraba charlando con Erik, tratando de calmarlo.

—Escuche, señor Maximoff. Su hija estará aquí antes de...

—Si ven a Peter con Charles...—Interrumpió.—Díganle que puede volver, que es un error lo que está cometiendo.

—Erik, te aseguro que los traeré a ambos, pero no creo que Peter esté allí. Tal vez está tomándose un tiempo, él no estaría de acuerdo en hacer pasar algo así a Wanda.—Murmuré y Fury palmeó la espalda de Erik antes de alejarnos.

—Te quiero dentro de la furgoneta, si entras vas a perder.—Dijo calmado.

Me giré para observarlo. ¿Está bromeando?

—¿Qué? Mi novia está secuestrada y me pides que no mueva mi trasero de la camioneta.

—Sí, exactamente.—Dijo serio y siguió caminando hasta llegar al final de la furgoneta donde debía subir.

—¿Qué? No.—Repetí y él me miró en silencio.—No voy a quedarme sentada sin hacer nada.

—Soy tu jefe.

—Aceptaron mi renuncia ayer, ya no formo parte de esto.—Dije rápidamente y Fury no supo que contestar.—Y sin embargo sabes que si yo no voy, la misión fracasa.

—Eres terca.

—Estoy enamorada.—Dije ofendida.—Y tal vez eso me vuelve algo estúpida, pero no me importa.

—Con cuidado. El seguro ya no te cubre.

—Tú sí.—Sonreí burlona antes de entrar al auto.

Tonto Fury. Me agrada.

[•••]

El camino fue largo, los autos se separaron al llegar a la ciudad. Clint hoy no vino, por su yeso, se siente extraño no trabajar a su lado.

—¿Todo bien, Nat?—Preguntó James quien conducía y asentí.—¿H-han sabido algo de Peter?

Negué y él asintió lentamente sin apartar su vista de la carretera.

—¿Te gusta?—Pregunté mientras cerraba el compartimiento que nos separaba del resto del auto.

—¿A qué viene eso?

—Oh, vamos, Barnes.

Él suspiró.

—Tal vez, pero él no quiere nada serio, y yo respeto eso, sé aceptar un no, ¿sabes? Quiero darle su espacio, respetar su espacio, ¿qué clase de persona sería sino?

—Un psicópata. —Murmuré observando la parte delantera del auto.—Ten paciencia, y sino, está bien. Existen más personas, tal vez Peter no quiere algo serio tan pronto, tiene derecho.

please, save me. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora