𝚁𝚊𝚐𝚎
El nombre de nuestra ciudad, Ferno, no siempre fue ese. Durante mi infancia, el nombre que tenía este lugar era Heaven. Un nombre ridículo, engañoso y falso. Heaven, cielo... Putos mentirosos. El nombre podría sonar idílico, darle una apariencia apacible y ser un lugar de ensueño; lejos de la realidad, es una trampa para aquellos que no conocen la historia que sucedió hace veinticuatro años. Para los que lo conocemos, no nos dejamos engañar. Ya no.
Sí era cierto que se le consideraba "el cielo" para los adultos, pero para los niños era lo más cercano a su antítesis: El infierno.
Cuando mis hermanos y yo nos mudamos hace diez años atrás, solicitamos al Estado que cambiara el nombre de inmediato. Nos mudamos para cambiarlo todo, darle aquello que tiempo atrás no se tenía de ninguna forma. Queríamos justicia. Queríamos que esos monstruos abandonaran la tierra y cayeran de boca en el sótano del mundo; porque era nuestro pueblo. Llamarlo Ferno era un recordatorio para asegurarnos que fue un lugar terrorífico en gran parte de nuestras vidas, pero ahora sería nuestro santuario hasta que nos muriéramos de viejos. Lo hemos convertido en lo que es hoy: Un lugar donde monstruos como Zack Orlair no saldrán saldrán vivos, no permitiremos que más niños sufran lo que nosotros vivimos en nuestros pasado.
Queremos justicia, y nosotros la tomamos de una forma muy especial.
Con el 95% de la población de acuerdo, lo que no es mucha gente cuando se observan números generales (ya que muchos cayeron al ser la pequeña ciudad desmantelada en los ochenta), el Estado concedió nuestra petición para el cambio de nombre. Sinceramente, creo que sintieron lástima por nosotros debido al estigma que acompañó al pueblo. La redada asaltó todas las canales en el país, como si fueran noticias de una amenaza nuclear. Aquello, aquella bomba, provocó que todo el mundo en aquella época supiera lo que pasó ahí.
Heaven ya no existe, y por ello nació Ferno. Ferno proviene de "Inferno", un término que está relacionado en la literatura como símil al infierno o que es tan desagradable que provoca dolor. Si bien el nombre parece lo opuesto, lo que vivimos mis hermanos y yo encaja perfectamente en la definición. Es un recordatorio de donde venimos, y lo que no permitiremos que vuelva a ser. Nunca. Jamás. Le recuerda constantemente a la gente de la ciudad que ahora hemos superado y mejorado aquello que parecía destrozado y marchito, aun cuando la oscuridad y el mal de nuestro pasado será suprimido por nuestra tenacidad. Sin embargo... esto también advierte a todos que nosotros somos los demonios que saldremos en la línea de fuego si alguien amenaza con destrozar nuestro equilibrio. Somos diablos, somos letales, somos ardientes... pero sólo cuando lo consideramos necesario, no somos tan incivilizados.
Obviamente no ha sido lo único que hemos cambiado. Tenemos que agradecer a esos depravados que la idea de crear este lugar muy lejos de la civilización, ahora, nos beneficia a nosotros; especialmente porque Arizona tiene muy buenos lugares para desaparecer cadáveres y desiertos de los que un herido no sobreviviría. Además, en nuestra zona tenemos petróleo y minería de sobra para sacar un buen dinero cuando toque.
Cuando el pueblo fue invadido por los federales, la gente tuvo tres destinos: Fue a la cárcel, murió o huyó. Eso sólo la gente perversa. Las buenas personas que se quedaron, junto a muchos niños heridos física y psicológicamente, tuvieron que sobrevivir en un pueblo arruinado sin saber cómo administrar el dinero sin malversarlo. Ahí entramos nosotros. Cuando nos mudamos, mis hermanos y yo decidimos hacer cambios importantes por todos ellos: Destruimos nuestras casas y las restauramos por completo para no dejar ni un rastro de nuestro pasado, empleamos parte del dinero en educación y sanidad, endurecimos las penas y castigos para combatir la criminalidad, estudiamos muy enserio lo que necesitábamos tener en nuestro pequeño paraíso que sobrevivió al infierno... y cuando quisimos darnos cuenta, la gente buena que se marchó por no soportar el horror, volvió con esperanzas de sanar viejas heridas. Algunos conservaron sus casas, otros decidieron transformarlas y pocos prefirieron quedarse en el lado opuesto.
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𝕯𝚛. 𝕽𝚊𝚐𝚎
Mystery / ThrillerEn un mundo donde la ley da risa, hay cuatro historias que deberás de escuchar para preguntarte si la justicia ha de tomarse por la mano de uno mismo, o debes de creer en los agentes de la ley como siempre te han contado. El Dr. Rage será el primero...
