𝕯𝚛. 𝕽𝚊𝚐𝚎

[💉] 22. 𝙲𝚘𝚗𝚏𝚒𝚎𝚜𝚘 𝚎𝚕 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚢 𝚊𝚌𝚎𝚙𝚝𝚘 𝚝𝚞 𝚐𝚕𝚘𝚛𝚒𝚊

𝚁𝚊𝚐𝚎

El fuego invade mi mente mientras miro fijamente la imagen de uno de los hombres que llevo buscando durante años. La rabia asesina emana por mis venas, me tiemblan las manos con violencia, y la necesidad para encontrar a ese bastarlo y librar al mundo de ese monstruo late en cada fracción de mi ser. El plástico del teléfono cruje bajo mi agarre, por lo que le obligo a mis dedos a relajarse y no romperlo, porque entonces todo se iría a la mierda.

Pero lo que me pone enfermo es que Lyrik ha pasado años de su vida defendiendo a su hermana, para que esas asquerosas manos le tocaran a él. Mi furia quema.

Julius y Joker se acercan, y le entrego el teléfono al primero para escucharle mascullar una maldición altísona. Joker parece un radiador.

—¿Quién es Holier?

La pregunta, aunque inocente, me hace girar la cabeza para mirarle fijamente.

—Era el cura de Heaven, uno de los adultos más asquerosos que participó en sus asquerosas fiestas para adultos.

Se demuda, pero en lugar de hallar pánico en sus ojos, lo que encuentro es una pequeña llama de rabia y repugnancia.

—¿Cómo pueden ser dos personas la misma? —se pregunta Julius, aguantando gritar. De repente piensa en algo, y sea lo que sea mira directamente a Lyrik con los ojos enrojecidos de enfado—. ¿Cuántos años tienes?

La rabia de su mirada se va, transformándose en temor, y su cuerpo se me pega por el tono agresivo de mi hermano. Instintivamente mi brazo rodea al chico acercándolo más, y lanzo un gesto de reproche para que controle mejor su furia. Todos estamos cabreados, y aunque comprendo que su acritud no es hacia él, necesita bajar el tono para no bloquearlo.

Julius me mira, dándose cuenta del mensaje que le mando en silencio, por lo que procede a tomar una bocanada de aire y relajar esa cara que dice claramente que quiere matar al primero que se le cruce en medio. 

—Ve... veintiséis... —murmura, encogiéndose como una tortuga.

Mi hermano frunce el ceño y a mí no me salen las cuentas.

—No puede ser, los números no salen. Definitivamente él es el Padre Holier en esa foto, por lo tanto deberías de tener tres años cuando Heaven fue destruido por completo. —Lleva su mano al mentón, apretándoselo con los dedos—. Rage dice que conociste a tu amiga cuando tenías ocho, por lo tanto ambos tendríais veintitrés años para que todo concordara. 

Lyrik se queda frunciendo el ceño y niega con la cabeza.

—No, yo tengo veintiséis. Mery es quien... —Se pone rígido y me mira con los ojos abiertos como platos—. Puta madre, Mery es la que tiene veintitrés. Joder, joder, no lo pensé antes. —Mira a Julius directamente—. Acabo de recordar que Petro no es el padre biológico de Mery, sino que conoció a su madre cuando ella tenía dos años.

—¡JODER! —grito, provocando que el cuerpo del chico se encoja, a lo que me toca suavizar el tono—. Lo siento, no quería gritar de ese modo. No es tu culpa, no podías haberlo sabido porque faltaba que las piezas encajaran. 

Pese a mi intento de parecer amable, él luce un tanto arrepentido de no haberlo dicho antes. No le culpo. Es imposible que supiera a quién estábamos buscando.

—Ahora es un hecho que vendrá. No podrá resistirse a volver a sus raíces, sobre todo porque el hijo que llegó a través de Leira lo reclamará. —Cierro los ojos por un momento—. Y se llevará un chasco porque, oficialmente, es tú hijo Lyrik. Nos encargamos de tramitar absolutamente todos los papeles para que nadie pudiera quitártelo.