VI

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Con la manada

Estaban luchando contra los Alfas, ya habían vencido a la mayoría de ellos. Después de más de un mes que no habían obtenido nada habían encontrado  una pista y ahora se encontraban peleando.

Derek estaba encima de un hombre y con sus garras traspasa la cara del hombre, Lydia pateaba y gritaba de vez en cuando y aún lado de ella estaba Liam que daba puñetazos y con sus garras daba rasguños.

Un poco alejados estaban Scott y Peter que peleaban contra el Alfa, una patada bastó para que tirara a Peter y Scott corriera hacia el. Enojado comenzó a pelear y daba golpes seguidos, el Alfa escupió la sangre que retenía en su boca y comenzó a soltar carcajadas.

El tiempo se te acaba, niño Alfa. No querrás que se acabe el tiempo ¿verdad?.

Scott se quedo parado confundido y cuando volteó a verlo ya estaba muerto, Derek lo había desgarrado.

—Idiota, me rompiste mi chaqueta favorita. Púdrete en donde sea que estes–Susurró Derek enojado.

—¿Enserio? Estaban apunto de morir y lo único que dices es por tu chaqueta.

—No solo por eso, mira, Le hizo un corazón un poco deforme–Jalo su chaqueta un poco mostrando un pequeño corazón y un pequeño monito.

Todos suspiraron agitados y se miraban continuamente inspeccionando que todos estuvieran bien. Cuando se aseguraron una sonrisa salió de todo ellos y emprendieron su camino al carro.

Al estar a unos pasos de la jeep el celular de Stiles comenzó a sonar, papá, era quieren estaba llamando.

Papá toda esta bien, vamos para allá.

—Morgan, ella...corrió. Nos atacaron, tienen que buscarla.

Stiles palideció y el miedo le invadió, no podía pronunciar ninguna palabra pues solo lograba balbucear, colgó la llamada e intentó hablar.

—Los atacaron, Morgan logró huir pero no saben donde está, tenemos que buscarla ahora.

Sus vellos se erizaron y todo cansancio se esfumó, Los Hale furiosos hicieron brillar sus ojos y sacaron sus garras. Gruñidos se escucharon y pronto todos estaban distanciando para comenzar a buscarla a su pequeña brujita.

—Matare al maldito que le haya hecho daño–Peter hablo y Derek asintió de acuerdo.

El corazón de Scott palpitaba rápido y el miedo se instalaba en su corazón. Todo razonamiento se había ido en el momento que escucho que los habían atacado. Atacaron a su pequeña.

—Muevan sus culos no se queden parados–Derek hablo desesperado.

.

Escupía sangre y sollozaba en silencio, le dolía mucho y cada vez el dolor era insoportable. Luchaba cada segundo por no cerrar sus ojos y cada vez que lo hacía pesaban más, pero en ningún momento perdió la esperanza en que la encontraría su manada solo esperaba que no tardaran mucho porque no sabía cuando iba a poder seguir aguantando.

Mientras cantaba la melodía que recordaba que le traía tranquilidad, su dulce voz ahora eran susurros inaudibles y su voz era ronca.

Su mano presionaba en la herida en su abdomen tratando de tener cuidado con los pequeños vidrios que estaban en ella.

Un gran rugido resonó por todo Beacon Hills, no tardo en ser acompañado, era un mensaje: no estaba solo, su manada estaba con él. Y en un intento sonrió débilmente.

Comenzarían a buscarla y tardarían lo que fuera con tal de encontrar a la más pequeña de la manada.

—Scotti tengo frío, mucho frío y sueño.

Titubeaba mientras se abraza a si misma y cerraba sus ojos de vez en cuando.

.

No hay nada, no hay rastro ni olor.

Se volvieron a reunir todos al no encontrar absolutamente nada, Scott se removió y un ligero pinchazo sintió. La incomodidad no tardo en hacerse presente y al parecer no sólo fue el sino a todos allí.

—Duele e incomoda esta sensación.

—Es Morgan, la siento, tenemos que encontrarla rápido que está en peligro.

Lydia hablo y comenzó a caminar por el extenso bosque, ya no volvió a hablar y siguió su instinto. Les hizo una seña y el resto no comprendiendo muy bien la siguieron.

Un olor inundó las fosas nasales de los lobos y se alertaron, ese olor, lo reconocieron en el instante y comenzaron a correr alarmados.

Los primeros en llegar son Scott, Derek y Peter que corren hacia el pequeño bulto. Peter tuerce su boca y sus nudillos se aprietan, Derek frunce su ceño y el brillo de sus ojos oscurece.

—No, no, no. Estarás bien pequeña, estamos aquí contigo, todo estará bien cariño–Scott tartamudea y lágrimas comienzan a caer al verla en ese estado.

Gritos de horror se escuchan y se mueven en cámara lenta aturdidos, no supieron en qué momento llegaron pero bajaron rápido. Liam abre la puerta dejando pasar a Scott con Morgan, Deaton los ve y sin preguntar comprende y va a preparar todo.

Sus ojos se abren cuando localizan al pequeño cuerpo que Scott tiene entre sus brazos. Cuando la ponen en la camilla lo primero que hace es checar su pulso, les da una mirada con diferentes sentimientos; preocupación, lástima y nervios.

No creo que sobreviva esta noche, su pulso es demasiado débil. Aproximadamente ya tiene más de 2 horas desangrándose y cualquier otra persona inmediato hubiera muerto.

—Tiene que ver una forma de que sobreviva no puede morir así.

Lydia solloza en los brazos de Stiles mientras el la abraza tratando de ocultar su rostro, todos desperados por no poder hacer algo se mueven de un lado a otro nerviosos.

—Hay una, pero no es seguro las probabilidades de que resulte bien son pocas.

Deaton advierte al ver cómo se ilusionan ante la idea que aún no ha mencionado y qué tal vez no les guste cuando la mencione.

—Te necesitaría Scott, la única opción es que la conviertas. Aún así no sabemos si resista pues es muy pequeña.

Away from homeWhere stories live. Discover now