VII

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Las últimas doce horas todos estuvieron en la habitación esperando alguna noticia sobre Morgan. Estaban nerviosos porque hasta ahora no le han dicho nada.

—Juro que buscare a los malditos y los matare. Se arrepentirán de haberse metido con nuestra brujita.

—¿Como está Liam?.

—Se ha calmado pero tuvieron que sedarlo.

Cuando habían llegado y la única opción era que la mordiera Scott, Liam sintió que el aire le faltaba y una ira creció, sus puños se habían apretado. Camino rápidamente para afuera y comenzó a golpear un árbol sus ojos se cristalizaron y sollozos comenzarían a salir.

Scott había salido detrás de él y al verlo se acercó y lo abrazó, Liam se aferró a los brazos del Alfa y respiraba lentamente tal y como le había dicho Morgan.

.

Todos estaban ahí dentro de aquella pequeña pero espaciosa habitación, Melissa los regaño diciendo que tenían que descansar, y que ella y el Sheriff Stilinski les avisarían si sucedía algo pero se negaron.

—¿Por que hay un paquete de galletas?
–Stiles pregunto interesado en el paquete.

—No se te ocurra Stiles, son para Morgan cuando despierte–Lydia sonrió secando una rebelde lagrima.

—Pero si agarro una no pasara nada.

—No te recomiendo que hagas eso–Peter por primera vez opino poniéndose pálido.

—¿Miedo, Hale?.

Muchos ahí dentro se pusieron nerviosos pues ya la habían visto enojada solo una vez (Y única) que temían de lo que la pequeña brujita podía hacer. Aunque mucho cariño les tuviera, para ella las galletas que le regalaba su Tía Lydia eran muy preciadas.

—Buenas noticias, todo ha resultado bien. Ya es hora.

Fue lo ultimo que pudo decir. Un suspiro se escuchó y el pequeño cuerpo se levantó con rapidez, su ceño se frunció y miró a todos. El alivio recorrió a todos y sus pechos se llenaron de calidez.

—¿Por qué todos me miran como si hubieran visto a un fantasma?.

Peter que seguía en la esquina se volteó y lo primero que miro fue aquellos ojos marrones y una hermosa sonrisa que les regalaba. Siendo el primero en reacción se abalanzó contra la pequeña y acariciaba cariñosamente su cabello.

Soltó un adorable gruñido y con sus cortos brazos rodeó a Peter respondiendo su abrazo.

—¡Oh, Dios!-Melissa corrió y empujó a Peter atrayéndola hacia ella.

—¡Brujita, yo no quise comerme tus preciadas galletas!–Stiles alzó las manos y se acercó.

Los demás rodaron los ojos y sonrisas se dibujaron en sus rostros.

En ese momento todos sintieron hormigueos por todo el cuerpo, el lazo los había unido a ella, aún más de lo que se había desarrollado anteriormente. Todos inflaron su pecho orgullosos y el brillo en los ojos de Morgan no se hicieron esperar.

—Siempre habías sido parte pero ahora puedo decir; Bienvenida a la manada, pequeña lobita.

Miraba a todos con una sonrisa y tímida se acomodó mejor. Sus ojos brillaron y sus colmillos salieron.

—¡Santa Mierda!.

—¡Stiles!.

Fin

Away from homeNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ