NHLTH. Parte4

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Abrí lentamente mis ojos y observé afuera, viendo que ya era de día. Puse mi mano cerca de mis ojos debido al radiante sol que entraba.

Hacía tanto calor que no aguantaba más estar acostado, así que, con cuidado, quité a Goji de mi pecho y lo acomodé en su debido lugar donde duerme. Acaricié su cabecita al verlo dormir tan profundamente. Iba a levantarlo para que saliera conmigo a tomar aire fresco pero mejor no... estaba tan dormido y cómodo que mejor lo dejo descansar un rato más.

-Duerme, mi Goji.

Sonreí y me levanté con cuidado de no hacer ruido.

-Solo quiero aire fresco ya que el calor es muy incómodo aquí.

Dije bajamente. Caminé y fui afuera, tapando mi rostro debido a los rayos del sol.

-Este día está siendo muy caluroso. Tal vez vaya con Goji al estanque...

Aunque ayer fuimos, pero no importa ya que hoy es un buen día para pasarla en el estanque. A Goji ni siquiera le tendría que preguntar si tiene ganas de ir porque sí o sí aceptaría ya que es su lugar preferido.

En fin... dejé de pensar y cerré mis ojos, sintiendo los rayos del solo chocar con mi cara. Exhalé, sintiéndome relajado...

Abrí los ojos lentamente, dirigiéndolos a una pequeña jirafa que pude notar a lo lejos de las colinas. Alcé una ceja al ver que intentaba sacar algo de un ollo. Curioso, la observé para ver qué era lo que intentaba sacar con tanta desesperación, ya que metía su cabeza o sus patas.

Paso un minuto y no pudo. Se dio por vencida ya que comenzó a llorar. Al verla así me sentí tan mal. Necesita ayuda y no hay nadie más cerca...

-Entonces yo puedo ayudar.

Dije bajamente. Volteé y vi dentro de la cueva, observando que Goji aún seguía dormido. No creo que se despierte ya que sigue durmiendo muy profundamente.

-Solo iré a ayudarla y vendré rápido. Si Godzilla no me ve él saldrá y yo me daré cuenta.

Sin pensarlo más me dirigí hacia la niña que aún seguía llorando.

Al ya bajar la colina me acerqué lentamente a ella.

-Eh... ¿te encuentras bien? ¿Por qué estás llorando?

Ella dio un salto y me observó con miedo, ya que tenía los ojos cerrados.

-¿Eh?... ¡Qué te importa!

Me gritó enojada. No supe cómo reaccionar la verdad. Me sentí un poco avergonzado ya que solamente quería ayudar.

-S-solo estoy preguntando para ver si puedo ayudarte, ya que vi que estabas intentando agarrar algo de ese ollo.

Dije señalándolo. Es como si alguien hubiese escarbado y dejado algo profundo. Bueno, no tanto...

La niña volteó al ollo y suspiró. Podía ver arrepentimiento en su rostro. Volteó a verme, cosa que me hizo sonreírle tímidamente.

-Lo lamento... no fue mi intención ser grosera. Es solo que... se cayó mi rama favorita en este estúpido lugar y no logro alcanzarlo.

Fruncí un poco el ceño al escuchar lo que se le había caído.

-¿Tu rama favorita?

Pregunté confundido. Ella asintió.

-Sí. Sé que puede sonar raro que me esté preocupando por una "simple rama", pero es que no es una simple rama... mi mamá me la dio ayer y es especial para mí porque me la dio ella. Además es bien bonita ya que tiene una forma algo extraña pero genial.

Nuestro hogar en la tierra hueca. Where stories live. Discover now