Nuestro Hogar en La tierra Hueca. Parte42

116 10 5
                                    

Abrí lentamente mis ojos al sentir a Kong menearse un poco encima de mí. Este también se levantó y dio un gran bostezo, mientras se rascaba sus ojitos.

-Dormimos mucho amor.

Le dije llamando su atención. Este paró de rascar sus ojos y me vio con algo de sueño en su mirada.

-¿En serio?

Yo asentí, sonriéndole al verlo todo adormitado.

-Sí, dormimos bastante porque ya es de noche.

Volteó rápido para ver hacia la puerta. Yo mordí mi labio y lentamente bajé mis manos a sus nalgas, las comencé a apretar y masajear con suavidad. Al hacer esto, Kong volteó a mí y me dio una tierna sonrisa, yo se la devolví.

-Mmm, Goji... ¿por qué no vamos a las montañas a traer frutas?

Me dijo levantándose y quedando sentado en mi estómago.

-¿A esta hora, amor?

Le dije alzando una ceja. Creo que es muy tarde para ir a traer frutas. Bueno, tarde no, peligroso.

-Sí, no importa si es de noche.

Yo no respondí, solo lo quedé viendo, pensando en si hacerle caso o no...

Bajé mi vista a su cuerpo, observando con deseo sus pechos y su estómago bien formado. Le sonreí y puse una mano detrás de su nuca, bajándolo hacia mí.

-... ¿Y qué tal si en vez de salir, hacemos otra cosa...?

Le dije bajándolo más para poder besar su cuello. Lo escuché suspirar. Apreté más sus nalgas con mis manos.

-Godzilla, ya lo hicimos. ¿En serio quieres hacerlo otra vez? ¿No te cansas?

Me dijo separándose y cruzándose de brazos.

-Pues no. Yo me quedaría haciéndote el amor por horas. Jamás me aburro de ti, de tu cuerpo, mi vida.

Lo bajé de nuevo a mí y atrapé sus labios. Este me siguió el beso, pero a los pocos segundos se separó, lo miré con enojo por lo que hizo.

-No, ya no lo haremos. Vamos a las montañas.

Me dijo haciendo un puchero. Yo suspiré, apartando la mirada.

-Está bien, vamos. ¿Pero nos quedaremos allá a dormir, o nos vendremos para acá?

-Mmmm, pues, yo quiero quedarme a dormir allá. No sé si tú quieres también.

Yo asentí. Iba a apartarlo para levantarme pero sentí que se hacía un poco para atrás, cerca de mi miembro un tanto levantado por lo de hace poco. Jadeé y mordí mi labio, sintiendo su trasero chocar con mi miembro.

-Pues, por mí está bien que nos quedemos allá; nos venimos en la mañana para acá.

Le dije mordiendo mi labio inferior. Joder, no sé si Kong lo hace apropósito, o porque no se da cuenta; pero está prácticamente sentado cerca de mi miembro, y cada vez que se mueve lo roza. Claramente ante eso, me estoy comenzando a excitar, mi amigo no tardaría en levantarse. Lo siento menearse un poco más, ante eso gemí... Abrí los ojos y vi que este me observa frunciendo el ceño.

-¿Qué te pasa Godzilla?

Me dijo volviéndose a menear. Di otro fuerte jadeo.

-J-joder, deja de moverte así. No sé si lo estás haciendo apropósito, pero estás justamente sentado cerca de mi polla y cada que te mueves, rozas con ella.

-Oooh, ¿te refieres a esto?

Dijo volviendo a moverse. Yo gemí con fuerza.

Joder, qué descarado. Que deje de hacer eso si no quiere que lo tome a la fuerza y no vayamos a las montañas.

Nuestro hogar en la tierra hueca. Where stories live. Discover now