𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 𝟐 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]

Capítulo 05

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❝MALDICIÓN❞

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     Para ser alguien que estaba acostumbrada a la atención de los empleados, Alicia parecía saber lo que hacía cuando lavaba los platos. Quizás no era la gran cosa, pero para alguien que ha pasado cientos de años con personas a su servicio, era algo de asombrarse. Algunas de sus tareas las había resuelto con algunos de sus hechizos porque si algo odiaba la azabache además de la injusticia, era ensuciarse las manos de forma innecesaria.

Para cuanto dejó el último plato por lavar en su lugar, vió a Daniela Martínez entrar a la casa con sus tacones en manos y el teléfono en su oreja. La humana miró a Alicia y le saludó con un leve gesto con su mano y mientras hablaba, dejaba sus cosas en la encimera. Alicia tan solo le observó hablar.

—Si, si. Te paso los archivos esta noche. Tengo planes... Bien, hablamos luego ¡Chao! —al colgar la llamada, la radiante mujer giró a ver a la azabache con una sonrisa—. ¿Qué tal tu primer día? ¿Todo bien?

—He terminado mis deberes, gracias por la atención —respondió haciendo una reverencia.

—No hace falta que seas tan formal. ¿Ya comiste? En la nevera hay unas enchiladas.

—Estoy bien, no hay necesidad —habló dando una pequeña sonrisa para intentar complacer a Daniela.

—Iré a tomar una ducha y luego te llevo a casa, ¿te parece bien? —dijo sonriente—. ¿Donde está Franco?

—No ha salido de su despacho en todo el día, señorita.

—Que encantadora que eres —Daniela se encontraba fascinada por la educación y los modales de la joven extranjera ante ella, para Daniela era adorable de ver. La mujer tomó el control remoto y encendió la TV de la cocina—. Ve un poco de televisión mientras vuelvo, siéntete como en casa.

La azabache asintió en respuesta, para a continuación ver a Daniela retirarse escaleras arriba.

Las veces que Alicia había parado para ver la televisión podría contarlas con los dedos de sus manos. Por años la azabache se había dedicado a mantenerse ocupada, haciendo cosas que consideraba útiles. Incluso para un ser inmortal, que Alicia pasara tanto tiempo ocupándose era extraño.

Sin embargo, el canal que veía no era otro más que las noticias.

—La taza de femicidios aumenta con los días. El maltrato doméstico y las violaciones a mujeres y niñas ha logrado que muchas de las ciudadanas saliesen a protestar en busca de Justicia.

Las imágenes en la pantalla pasaron frente a sus ojos, pero para ella fueron como si entraran en su mente. Recuerdos de cosas que ella había decidido ignorar aparecieron en su mente, recuerdos que le hicieron pensar que la historia de los humanos solía repetirse una y otra vez.

Sino fuese por una tímida rubia, las mujeres luchando en pantalla y las pocas personas que la azabache conocía, ella hubiese perdido la fé en el mundo humano.

Se puso de pie y apagó la televisión con rapidez. Su pecho subía y bajaba sintiendo enojo, tanto enojo que tuvo que luchar consigo misma para no perder el control.

Respiró hondo varias veces hasta sentirse más calmada. Al menos hasta que recordó que Daniela debía estar hablando con su marido, y así, Alicia fue escaleras arriba en busca de su jefa.