Era el verano de 1970 en Roma, Italia. Jennie Kim , una doncella de apenas 17 años, anhela liberarse de las ataduras de su vida cotidiana y explorar el mundo en busca del amor y la libertad. Por otro lado, Lisa Manobal , de 20 años, estudiante apasi...
Cuando llegaron a París un 31 de marzo de 1970, se emocionaron por estar en "La ciudad del amor" donde resalta el infinito romanticismo que se encuentra en su literatura, poesía, música, pero sobre todo en su arquitectura que recrea una atmósfera de ensueño. Tenían tanta ilusión por llegar a ese lugar, ya que entre sus calles se respira amor gracias a la corriente artística del romanticismo que tuvo una gran presencia en esta ciudad, muchos escritores y poetas surgieron como Lautrec, Degas y Gustave Flaubert, mientras otros fueron acogidos como Pablo Picasso, Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway. Esta influencia, en donde el amor y los sentimientos puros eran lo primordial, es por eso que París es una de las principales ciudades a considerar cuando se quiere aprender de literatura y ambas amaban la literatura, recordemos que el libro favorito de Jennie era "Casa de muñecas" es una obra dramática de Henrik Ibsen y "Madame Bovary" por Gustave Flaubert y ella soñaba con su liberación y lo estaba logrando al lado de Lisa.
-Aquí empezaremos una nueva vida, viviremos nuestra propia historia sin ataduras, hoy es nuestro nuevo día. -Dijo emocionada Lisa.
-Con Lily a nuestro lado, siento que tendremos un buen futuro juntas, siendo las mejores madres para ella -Dijo con una sonrisa en su rostro.
-Tal vez no solo tengamos a Lily, pensándolo dos veces, tendremos a otro, tal vez dos más. -Sonrió Lisa.
-Tal vez sí, tal vez... solo espero que los hijos que tenga, sea contigo, todo será perfecto si eres la otra madre de mis hijos. -Respondió Jennie.
-Ahora nuestro presente nos ha unido más, viviremos grandes hazañas juntas, pienso escribir las historias que vivimos y que viviremos juntas en un libro y publicarla, que el mundo entero sepa sobre nuestro amor y que al leerlo estén celosos de lo mucho que te amo y la forma en la que te amo. -Lisa besó la frente de Jennie.
-¿Crees que nuestra historia realmente los motive a sentirse así? -Preguntó Jennie.
-Por supuesto, quién no lo haría, todos estuvieran celosos al ver a la hermosa doncella que me toma del brazo, que me da dulces besos, el mundo realmente estaría muy celoso de nuestro amor, sin duda. -Respondió segura Lisa.
-Eres una romántica sin causa. -Dijo entre risas Jennie.
-La romántica sin causa de la que te enamoraste. -Respondió Lisa.
-Eres mi dama empedernida, he dibujado tu rostro en mi mente recordarte siempre, aunque sea sin verte. -Dijo Jennie.
- Te amo, ¿lo sabías? -Lisa en ese momento le robó un casto beso. -En tu libertad, tú me elegiste para estar a tu lado, solo he llegado a tu vida a amarte, porque eso es lo que hace el amor libre.
Llegaron a la dirección en donde se encontraban Rosé y Jisoo, esa tarde se reencontraron y se abrazaron de la felicidad.
-Hermanita, estás aquí ahora. -Jisoo abrazó a su hermana, mientras que Rosé abrazaba a Lisa.
En esa noche de cena romántica al estilo parisino, se puso a tocar la sonata "Para Elisa" en el piano, al terminarla. Se acercó a Jennie con un micrófono a la mano, empezó a cantar:
"En tus ojos, estoy vivo
Por dentro eres hermosa
Algo tan inusual
En tus ojos
Sé que estoy en casa
Cada lágrima, cada miedo
Ido con la idea de ti
Cambiando lo que pensé que sabía
Seré tuya por mil vidas
Soy libre como un pájaro
Cuando estoy volando en tu jaula
Estoy buceando en lo profundo
Y estoy conduciendo sin frenos
Y estoy sangrando en amor
Estás nadando en mis venas
Me tienes ahora
Estado esperando una vida para ti
Estuve rompiendo toda la vida por ti
No estaba buscando amor hasta que te encontré..."
Al terminar de cantarla, Jennie tenía un mar de lágrimas en sus ojos.
-Mi cándida doncella, ¿usted me acepta como su novia? -Preguntó Lisa.
-¡Vamos, mami! ¡Acéptala! -Dijo la pequeña Lily.
-¡CHICA, BÉSALA! No esperes ni un segundo más. -Dijo Rosé.
-¡BESO, BESO, BESO! -Dijo Jisoo.
-Sí, mi amada salvadora. -se acercó a los labios de Lisa y dio un beso dulce.
Esa noche ya era la novia oficial de Lisa, nada podría ser la mejor etapa de su vida que su presente.
Mientras tanto en Roma, Italia.
-¡Las encontramos! señor, las encontramos, nos dieron su paradero. -Dijeron algunos hombres que trabajaban para la familia Kim.
-¡Muy bien! Ahora las traeremos de vuelta y las haremos pagar por la deshonra que nos hicieron. Sobre acabaremos con las causantes. -Sonrió el señor Kim.
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