Capítulo 10

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Los meses pasaron de forma amena para Amiel , en las mañanas se dedicaba a aprender sobre la manada y las dinámicas de los lobos en general, caminaba por el territorio y escuchaba a los miembros de su manada que quieren conocerlo, en las tardes comía con su esposo , leía un rato y pasaba el resto del tiempo siendo anudado hasta la inconsciencia.

Roman no mentía cuando dijo que se había estado conteniendo para no lastimarlo en su primera vez, siendo virgen jamás hubiese podido llevarle el ritmo.

De hecho una vez que descubrió las distintas formas en las que puede hacer que su joven esposo llegue al éxtasis y lo mucho que le gusta ser anudado no ha habido un solo día en el que no lo folle, el joven ninfa está seguro de que para este punto habrá al menos un par de cachorros en su vientre, pero es una sospecha que aún no ha querido confirmar.

-Amy.- Kay se acercó a él, seguían teniendo una bella amistad cosa que hacía gruñir a su esposo con frecuencia.

-¿dime?

El kelpie se mostraba dudoso

-No se si sea prudente decirte esto, pero hay rumores de que tu hermano regreso

Los ojos de Amy se abrieron mientras tomaba la solapa de la chaqueta de Kay

-¿Estás seguro?

-Por el momento son solo rumores pero hay quienes afirman haberlo visto en la frontera de Ecatsu.

Amy soltó a su amigo y se pasó una mano por el rostro

-No entiendo a que está jugando

-No quiero ser quien te diga esto Amy, peor no creo que este aquí en son de paz.

-¿Es una broma? Kay, él es mi hermano

-Si, un hermano que siempre te ha envidiado

Amy negó con la cabeza - El no tiene nada que envidiar, siempre ha sido perfecto, cometió un error al irse con ese vampiro pero no es una mala persona

Kay solo lo miro con el ceño fruncido

-Solo ten cuidado, por favor.

El joven sonrió - Siempre, además estarás siempre para cuidarme , ¿no?

Kay asintió - Siempre mi principe.

El cuello de Amy se erizó al sentir una mirada encima de él, giró sonriendo al saber que era su esposo, solo necesitaba estar en la misma habitación para que todo su cuerpo lo notará.

-¿coqueteando de nuevo amor?.-le dijo mientras lo abrazaba por la cintura

Amy rodó los ojos

-Hablas no es coquetear Roman, ya habíamos tenido esa conversación.

-¿Entonces porque luce tan seductor cuando tu lo haces?

El príncipe sonrió ladeando la cabeza para exponer un poco su marca, sabia lo que eso causaba en el alfa.

-No lo se, puede ser por que tengo un esposo demasiado demandante que está mal acostumbrando a mi cuerpo

El alfa se acercó a su cuello y le dio una pequeña lamida

-Mmmm, no tan demandante, si estás caminando por aquí con cualquiera

-Puede decirme amigo o guardaespaldas , usted elija.-Se escucho la voz de Kay desde atrás.

Amy se giró para mirar a su amigo pero manteniendo su cuerpo pegado al del alfa.

-Kay me estaba contando lo de Emil ¿crees que se vuelva a acercar?

-Si, solo debe estar esperando su momento para una gran entrada, tiene dotes de diva después de todo.-Amy le dio un pequeño puño en el brazo a su amigo.

-Bueno, haré que revisen el perímetro y te avisare si vemos algo.

-Gracias alfa.

La noche llegaba con rapidez en el territorio de la manada, se podía ver a los niños y niñas correr por el espacio y a las familias disfrutar alrededor de las fogatas, hoy Amy y Roman habían decidido unirse a ellos para darle la bienvenida a una nueva mañana llena de bendiciones.

-Hay algo de lo que he querido preguntarte Amy.-hace semanas que su esposo había dejado de decirle Amiel y usaba su diminutivo.

-¿Qué es?

- ¿Tienes todos los recuerdos de tu infancia?

El príncipe no comprendía a dónde iba con esa pregunta.

-No todos, luego de la muerte de mamá suprimí algunos meses, el doctor dijo que era normal y que con el tiempo los recuperaría, pero hasta el momento no ha pasado.

Roman se golpeo mentalmente, había olvidado totalmente la fuerte de la reina, ese evento sucedió en los meses que el pequeño Amy había interactuado con él, el alfa se había negado a ligarlo con el distanciamiento de su amigo, pero ahora todo estaba más claro.

-¿Es eso importante?

-No.-negó con la cabeza, le dolía que su esposo no recordará su primer beso juntos pero ahora tendrán toda una vida para crear recuerdos y se negaba a mortificar sus memorias haciéndolo regresar a la época en la que murió su madre.

-Solo era algo que rondaba mi cabeza, ¿te estás divirtiendo?

Amy lo miró fijamente un rato, antes de decidir que el tema no tenía mucha importancia.

-Si, me gustan estos eventos, me hacen sentir más cercano a la manada y creo que ellos también lo sienten.

-Claro que sí amor, estas siendo una Luna increíble.

Y lo era, desde su llegada los miembros de su manada empezaron a recurrir a su esposo para tratar cada vez más asuntos, ellos sabían que tenían el respaldo de Roman pero su presencia seguí siendo intimidante donde Amiel era suave y comprensivo, aparte encontraban la burbujeante personalidad de su Luna encantadora.

Amy sonrió

-Me alegra que pienses así, ellos son nuestra manada y me esforzaré cada día porque hagamos lo mejor como sus líderes.

El orgullo lleno el pecho de Roman, alzó a su esposo colocando sus piernas alrededor de su cadera y junto sus frentes.

-Mientras estemos juntos amor, estoy seguro de que enfrentaremos todos los retos de la mejor forma, tú y nuestra manada estarán siempre sanos y fuertes.

El amanecer brillo detrás de la imagen de la pareja, los lobos sonreían al ver a su alfa y a su luna juntos y felices, ese respaldo y el reconocimiento de un nuevo día trajo paz a sus corazones.

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Gracias por leer. Os mando un abrazo gigante <3 

Bosque Azul (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora