Bosque Azul (+18)

Capítulo 15

Amy acariciaba su pequeña panza con amor, por fin lo dijo. Roman se había emocionado tanto con la noticia y lo que es mas, le había declarado su amor; ahora solo quedaba esperar, tenían que finalizar las negociaciones con la manada del norte y tenían que enviar a su hermano de vuelta a Ecatsu, podría ser su embarazo o el comportamiento de Emil pero Amy de verdad ya no lo toleraba, no quería verlo y se alegraba de que su alfa fuera a hacer algo al respecto.

Se levantó de la cama y se vistió con ropa cómoda.

-Amy.-Kay se acercó a él cuando abrió la puerta.

-¿todo está bien?.-los hombros del Kelpie se encontraban encorvados y no lo miraba a los ojos.

-No me lo dijiste ¿por qué?

Amiel supo a qué se refería, seguramente su alfa había puesto la casa patas arriba con la noticia de su embarazo y su amigo debió sentirse increíblemente herido, Kay siempre ha estado allí para él y lo ha apoyado en los momentos más difíciles de su vida, no se esconden nada, ambos saben todo el uno del otro.

El príncipe bajó la mirada.

-Lo lamento, tenía tanto miedo y pasaron muchas cosas al tiempo. No quería decirlo y que fuera algo que influenciará las decisiones de Roman.

-¿Qué tengo que ver yo con las decisiones de tu esposo?

Amy negó con la cabeza mientras se acercaba a tu amigo.

-Una vez que lo dijera, que te lo revelará a ti o a cualquiera el bebé ya no se iba a esconder.

Había una creencia en el mundo de las hadas, un secreto permanece oculto mientras solo una persona lo sepa, pero en el momento en el que eso cambie este jamas volvería a ser un secreto. En los embarazos del mundo mágico los fetos no daban señales de estar presentes hasta que sus gestores los anunciaban, por eso el olor de Amiel no había cambiado. Aunque claro parece que Rosi pudo omitir esa regla ¿Qué era exactamente esa omega?

-Aún así, eres mi mejor amigo, más que eso, sabes lo que siento por ti.

Los ojos del Kelpie se llenaron de lágrimas, los años pasarían pero él jamás superaría el cariño que siente por su bello príncipe.

-Oh Kay.-El joven se lanzó a los brazos de su amigo y lo envolvió en un apretado abrazo.

-Lo lamento tanto de verdad, no debí dejar que mis miedo lastimara a otros, te prometo que no volverá a pasar, por favor, por favor perdóname.

Kay asintió alejándose, no sin antes darle un pequeño beso en el cabello a su amigo.

-Esta bien.-le devolvió una débil sonrisa.-supongo que ahora debo cuidarte aún mas.

-oh, no por favor, no necesito sobreprotección en mi vida y lo sabes.

Kay se rio.-Dile eso a tu alfa.

—En la cocina—-

Emil estaba sentado en la encimera tomando un vaso con agua mientras movía los pies. Había escuchado la noticia del embarazo de su hermano, no estaba nada feliz pero era algo que se esperaba, de cualquier forma eso no cambiaba las cosas, Amiel era solo un vulgar ladrón y Emil se encargaría de desenmascararlo.

-Príncipe Emil

El joven se sacudió al escuchar su nombre, giró su cuerpo para ver al alfa parado en la entrada.

-Alfa.-se bajó de la encimera con prisa

-Necesito decirle algo.

Emil asintió sonriendo.

-Adelante por favor, lo escucho.

-Seguramente ha escuchado la noticia del embarazo de mi esposo.

Emil frunció el ceño.

-Eso he oído.

-Bien, en ese caso será fácil para usted entender mi decisión.-El alfa miraba al príncipe con aburrimiento, quería estar con su pareja y su cachorro , no allí con un monarca caprichoso que no dejaba de atosigarlo.- Amy no se ha sentido bien últimamente y me temo que esto se debe al estrés que le ocasiona su presencia, me imagino que esa no es su intención pero mi esposo está algo sensible, por ello me he encargado de llamar a su padre para que lo recoja mañana a primera hora. De hecho ya hemos tardado, el rey seguro lo quiere ver y su pueblo lo necesita príncipe.

Emil abrió los ojos asombrado por la información.

-Yo... entiendo.

Roman asintió contento con lo rápido que el monarca había aceptado, estaba seguro que iba a tener que pelear, pero parece que su noche solo seguía mejorando, y ahora por fin volvería con su amado esposo para descansar.