subway

tres

Louis despertó el miércoles sin muchos ánimos, se vistió para sus clases y salió de su casa con los audífonos puestos y un extraño sentimiento en el fondo de su estómago.

El frío comenzaba a empeorar, necesitaba con urgencia sus vacaciones de invierno, ya estaba a mitad de semana y sólo restaban tres para descansar y rogaba a los dioses poder seguir viajando en metro y no tener que gastar en taxis.

Cuando entró a la estación de metro lo buscó sin pensarlo, el día anterior no lo había visto pero había salido temprano y...

Basta, no debería seguir imaginando nada con aquel beta.

Las puertas se abrieron y Louis entró sonriendo para sus adentros cuando encontró lugares disponibles, se sentó sacando su teléfono para ver la hora cuando alguien se sentó a su lado. Louis tenía esa maña de ver a las personas que cruzaban su camino o pasaban por su lado y esta vez no fue la excepción.

Era él.

Sonrió.

El beta a su lado estornudó en un pañuelo que depositó en una bolsa ziploc y metió a su maletín y entonces Louis pudo apreciar bien su rostro.

Era hermoso.

Era dolorosamente hermoso.

Louis se quedó viéndolo, el rizado lo miró también con el ceño fruncido hasta que volvió a estornudar en otro pañuelo y repitió la acción anterior sacando una pequeña botella y por el olor supo que era gel antibacterial, Louis sonrió.

"Creo que vas a llenar el maletín de papeles." Susurró.

"Por lo menos no huelo nada." Susurró de regreso, el comentario lo hizo reír.

"¿Tienes TOC* o algo así?" Preguntó y luego se sonrojó, eso no era nada amable.

*trastorno obsesivo-compulsivo.

"No." Negó el beta. "Sólo soy ordenado y no quiero esparcir mi enfermedad."

"Que lindo." Louis dijo con una sonrisa y luego negó. "Q-Que te preocupes por todos."

"Créeme que soy lo contrario a lo altruista."

Louis se encogió de hombros restándole importancia.

"¿Ya tomaste algo?" Se encontró a sí mismo preguntando, su omega estaba ansioso por escuchar la respuesta.

"Me curo solo." Lo miró y sonrió.

Hoyuelos, tenía dos preciosos hoyuelos adornando esa cara perfecta.

"Yo hago una sopa exquisita que te cura así." Chasqueó los dedos.

"¿Me estás invitando tu sopa milagrosa?" Alzó una ceja.

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Lo vio sonrojarse y balbucear algo que no llegó a entender porque ya estaba en su estación, se levantó con rapidez y con un movimiento de mano se despidió saliendo del vagón.

Harry soltó una suave risa, ayer no lo había visto, no esperaba verlo, sólo, el lunes se lo había encontrado y él esperaba quizá ¿saludarlo?