Capítulo 5

308 17 0
                                    


Bien, comencemos con el juego Gabriel, voy a destrozar tu corazón.

Salí del salón sin mirarlo, él me llamó pero yo sólo lo ignore, si me quiere, que me busque.

El aire fresco golpeó mi rostro, casi todos ya se habían ido, sólo quedaban algunas parejas besándose y hablando.
Rodé mis ojos y seguí caminando, no entendía como la gente se ataba y comprometía hacia una persona.

-Preciosa, sube-Dijo una voz ronca, giré mi cuello, allí se encontraba él en su auto negro, tenía puestos unos anteojos de sol negros y su sonrisa era matadora.

Me lo quedé mirando por unos segundos pensativa, ¿por qué Gabriel Jones, nuestro profesor, no se comportaba así en el instituto, ahí el era una persona fría, agria y maliciosa, en cambio ahora se lo veía como a un hombre divertido.

-Señor Jones-Murmure y mire hacia atrás, no había nadie, todo el mundo se había ido.

Él sonrió, entre al auto.

-Al parecer cambiaste de opinión bonita-Acarició mi mejilla.

Lance una risita tonta, iba a empezar a llevar a cabo mi plan.

-Bueno ¿Quién puede resistirse?, usted es el atractivo profesor Gabriel Jones. -Mi voz salió algo chillona, cualquiera que me conociera podría detectar que las palabras eran falsas y con una pequeña pizca de sarcasmo.

-¿Ah si? -Preguntó acercándose a mis labios, lo hacía de forma lenta y delicada, rompí la distancia que nos separaba y uní mis labios con los suyos, cuando nos separamos respiraba pesadamente, mire a Gabriel, él estaba en el mismo estado.

Arrancó el auto sin decir nada y empezó a conducir.

-¿A donde vamos?-Pregunté cruzandome de brazos.

Lanzó una carcajada y aparcó, mire el lugar, era un edificio, específicamente un departamento de tres pisos color crema, estaba alejado de la ciudad.

-Este es mi departamento-Dijo acariciando mi rodilla, se desabrocho el cinturón de seguridad y salió del auto.

Yo me limite a mirar por la ventanilla, él abrió mi puerta, salí con una media sonrisa.

-Señorita Mitchell-Me llamó Gabriel.

Fruncí mis labios.

-Dime Laura, no creo que las formalidades sean necesarias con nuestro acuerdo Gabriel-Murmure con una sonrisa.

Odio que me llamen por mi apellido, no entendí por qué tenían que hacerlo en la escuela o un trabajo.

-Tienes razón.

No dije nada más y ambos entramos en silencio a su departamento, las persianas estaban bajadas así que la oscuridad estaba presente en cada rincón de la habitación.

-Laura espera un segundo no quiero que rompas nada-Dice en tono burlón.

Rodé los ojos y no di un paso más, escuche un "clic" y las luces se encendieron, cerré mis ojos ya que no estaba acostumbrada a la luz que se acababa de encender.

-¿Terminaste de jugar al vampiro? -Susurró en mi oído, acarició mi cintura.

Me giré y alce mi ceja derecha, termine de jugar la vampiro, pero ahora empezaré con un juego nuevo.

Pase mis brazos por su cuello y acerque mi boca a la suya sin decir nada, al instante el correspondió mi beso, nuestros labios se movían en sincronía, sentí una humedad en mi zona íntima y lance un pequeño gemido cuando Gabriel mordió mi labio inferior.

-Mmm-Acarició mi cabello y ambos nos separamos unos centímetros para tomar aire. -Quiero hacerte mía.

Empezó a desabrochar los botones de mi camisa, desabrochó los primeros tres y luego apretó uno de mis pechos.

No dije nada, me limite a disfrutar de las manos de mi profesor en mi piel.

En sólo dos segundos mi camisa había desaparecido, miró mi sostén y lo desabrochó.

-Al parecer me hiciste caso con la ropa interior. - Ronroneó sonriendo.

-Profesor Jones yo siempre cumplo con mi tarea-Murmure acariciando su sedoso cabello negro.

-Eso es lo que me más me calienta de ti-Tomó un mechón de mi cabello entre sus dedos. -Esa actitud que tienes hace que me den ganas de darte duro en mi cama nena.

Dios, ¿Este era el verdadero Gabriel Jones?.

-Gabriel creo que tendrías que tener este humor en clases-Dije, me sentía una completa zorra en estos momentos, pero la vida estaba para vivirla.

-De la única manera que tendría este humor sería si vienes a clases en ropa interior-Dijo y se arrodilló frente a mi.

-Entonces tendré que disfrutar de ti en privado-Sonreí inocentemente.

Él se limitó a sonreír, su sonrisa era Blanca y perfecta.

-Bueno hoy sólo empezaremos con unos juegos-Murmuró y desabrochó dos botones de mis jeans, los bajó, yo me limite a respirar pesadamente.

Posó sus labios en mi vientre y fue bajando hasta llegar a mi ropa interior, cerré mis ojos y lance un jadeo, hizo lo mismo que con mi pantalón y lo tiró lejos.

Acercó dos dedos a mi zona íntima y empezó a masajear mi clítoris.

-¿Te gusta? -Preguntó e introdujo un dedo en mi interior.

-Sí-Afirme y lance un gemido.

Dios, este hombre sabía como tratar a una mujer.

Luego de unos minutos de jugar con mi zona íntima se levantó y se chupó el dedo pulgar.

-Sabes exquisito, no puedo esperar para pasar mi lengua-Se acercó a mi y sonrió. -Pero no será hoy, tengo que hacer unas cosas, nos vemos mañana.

El profesor Gabriel Jones me acaba de dejar sin palabras.

Asenti con la cabeza y busque mi ropa, me cambie para luego acercarme a él.

-Hasta luego profesor-Dejé un pequeño beso en sus labios y salí por la puerta principal.

Este juego recién había empezado y yo ya lo estaba disfrutando. 

Trato hecho profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora