Capítulo 6

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 -Laura, ¿por qué estás tan callada? -Preguntó Michael mirándome desde mi cama.

Giré mi cuello para verlo, ahí estaba él, sus ojos mostraban preocupación.

-Nada-Dije a la defensiva.

Dos días habían pasado desde el encuentro que tuve con mi profesor, algo estaba pasando, eso era evidente, pero no sabía que era, actuaba de forma rara, estaba histérica y usaba el sarcasmo más de la cuenta, Gabriel actuaba como un viejo amargado pero de vez en cuando me tiraba algunas miradas cómplices y sus ojos chispeaban.

-No te creo-Se levantó para luego llegar hasta mi y rodearme con sus brazos.

Apoyo su mentón en mi cabello,nos quedamos así durante unos segundos, sin decir nada, el único sonido que se escuchaba era el de nuestras respiraciones.

Se separó de mi y me regaló una pequeña sonrisa.

-Sabes que me tienes a mi para lo que sea, te conozco y se que algo te pasa-Susurró acariciando mi mejilla. -No voy a presionarte,cuando estés lista me lo dirás.

Sonreí, él era el mejor amigo del mundo.

-Te amo idiota-Dije golpeando su hombro.

-También te amo bruta. -Respondió sobando su hombro, mis golpes nunca fallaban.

Luego de una hora mirando una película en mi habitación,la cual era demaciado aburrida, me levanté de la cama y prendí la luz.

-Auch, me quema-Gruñó Michael cubriendo sus ojos, lance una risita, sabía que eso pasaría.

-Me aburro-Comenté cruzandome de brazos.

Eran las once de la noche, mañana era sábado y nosotros dos nos encontrábamos como mujeres deprimidas comiendo helado y mirando películas.

-Tengo una idea, hoy hay fiesta-Movió sus cejas haciendo que ría. -De unos sexys universitarios, ¿qué dices?.

Hacia dos semanas que no íbamos a ninguna fiesta, además estábamos aburridos y unos universitarios no nos vendrían nada mal.

-Claro, ahora necesito tu instinto gay para vestirme-Informé señalando mi guardaropa.

Yo no era muy buena combinando ropa a veces, así que iba a ser mejor que él lo haga.

-¿Qué me das a cambio? -Preguntó entecerrando sus ojos.

Lleve una uña a mi mentón pensando.

-Lo que quieras-Dije encogiendome de hombros.

Mike sonrió y se acercó a mi.

-Un beso-Dijo haciendo boca de pato.

Rodé los ojos.

Idiota.

Me acerqué a él y estampe mis labios sobre los suyos por unos segundos,me separe y él lanzando una carcajada fue a buscar mi ropa.

-No besas mal, pero los hombres lo hacen mil veces mejor-Dijo con burla.

Le mostré mi dedo del medio y fui hacia la ducha.

Luego de una ducha de quince minutos salí del baño en ropa interior y con el cabello ya seco gracias a mi amado secador de pelo.

-En la cama está tu ropa-Dijo saliendo de la habitacion, de seguro fue a buscar algo para comer.

Tomé lo que dejó preparado, era un vestido negro, este me llegaba más o menos diez dedos sobre la rodilla, iba sin medias y con unas plataformas del mismo color.

Me puse la ropa para luego empezar a aplicar maquillaje, cuando termine baje las escaleras.

Michael se encontraba en el sofá de la cama mordiendo una manzana roja.

-Dios, por fin-Dijo dramáticamente rodando sus ojos al cielo.

Sin decir nada más ambos salimos a la calle, subimos al auto, Mike arrancó y nos perdimos en la noche.

(... )

-¿Qué quieras tomar? -Preguntó Michael con un gritó.

La casa estaba llena de gente borracha, estaba lleno de chicos guapos, pero ninguno llamaba mi atención.

-Vodka-Respondí automáticamente.

Ya había tomado dos cervezas pero estas no habían surgido efecto, necesitaba algo más fuerte.

-Hola-Susurró alguien en mi odio, me giré para encontrarme a un chico de ojos negros, probablemente tenía unos veinte años, su cabello era negro al igual que sus ojos.

-Hola-Respondí con una sonrisa. - Mi nombre es Laura.

Me respondió con una sonrisa, era hermosa con sus dientes blancos y perfectos, pero ninguna sonrisa era tan perfecta como la de Gabriel.

Frunciendo el ceño aleje esos pensamientos de mi mente y volque la atención al chico que tenía a mi lado.

-Soy William,no te he visto en la Universidad. -Acarició mi mejilla.

-Estoy en el instituto-Respondí y me senté en el sofá que estaba a mi lado, mis pies dolían, él me imitó y se sentó a mi lado.

Sabía lo que él quería, sexo, no sabía si se lo daría, pero podíamos basarnos un rato y capaz lograría olvidarme de las manos de mi profesor en mi piel.

Acerque mi boca a la suya, William me correspondió al instante y colocando una mano en mi muslo derecho estuvimos basándonos durante minutos, sólo nos separabamos para tomar un poco de aire para luego unir nuestras bocas de nuevo y devorarnos mutuamente.

-Alejaté de ella Stewart-Dijo una voz fría, él se separó de mi y yo lo mire confundida.

Giré mi cuello para encontrarme con el dueño de la voz.

Un par de ojos grises se conectaron con los míos.

Gabriel Jones estaba aquí.


Trato hecho profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora