27. Picante.

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-Uh, uh, no pienso despertar, uh, uh, cuando me hablas me haces volar... ¡_______, síguelo!

-Uh, uh, tu repentina sonrisa me hace bailar, uh, uh, tu mirada tan fina me hace querer fumar. -cantaba mientras me paraba sobre la cama de Kaminari.

Llegué hace unas hora a la casa de Kaminari, vine para dejarle mis apuntes que me había pedido prestados, no sé cómo pero terminé en su habitación cantando y bailando un tema de KnifesN'Flowers*, es un secreto vergonzoso que mantengo, según yo, decir que me gusta una banda pop de chicos, tiraría a la basura mi imagen "madura".

-¡La nota alta!

-¡Me embriagas con tu orgullosa belleza! Maldición, tu hermosa y orgullosa belleza... -me dejé llevar por la emoción del momento, sé perfectamente que no puedo llegar a notas altas.

-Se me erizó la piel... Esa fue la mejor nota alta que he escuchado.

Sonreí.

-¿En serio?

-No. -respondió Kaminari y comenzó a reír.

Su risa me contagió de forma espontánea y lo acompañé con las risas. Tallé mis ojos para secarme las lágrimas que tenía a causa de reírme y acomodé mi cabello.

-Pero, tienes una bonita voz, Kuuchan. -confesó Kaminari- No es la mejor, pero, peor es nada ¿no?

Volví a sonreír por las palabras de Kaminari, no tenía sentido molestarme.

-Por cierto, tu maquillaje se corrió cuando pusiste tus manos sobre tus ojos.

Hice un gesto asombrado y me miré en el espejo de su pared. Parecía un antifaz de super héroe.

Te ves tan bien, Kuuchan. Oí decir a Kaminari.

-Tengo que volver a mi casa, se hace tarde. -dije después de fijarme en la hora.

-¡Te acompaño! -ofreció el rubio.

-No pasa nada, tranquilo. Entreno con Bakugo, no hay nada más peligroso que eso. -respondí en son de broma.

-¡Solo hasta la puerta!

Asentí con una sonrisa. Si me negaba, seguramente insistiría más.

Baje al primer piso después de enjuagarme la cara, extrañamente, me siento de muy buen humor ahora.

Volví a ponerme mis zapatos y salí de su casa.

-¿En serio qué quieres ir sola? No prefieres que... -colocó su mano sobre su mentón y sonrió de forma coqueta- ¿Te acompañe?

Sonreí.

-Tranquilo. -respondí, acomodé mi abrigo y abracé a Kaminari- ¡No vemos mañana!

Kaminari, dejó de moverse y me asusté, me acerqué para asegurarme que esté respirando y gracias al cielo, si lo hacía.

Caminé de regresó a casa, por las calles Roji, éstas, tienen la mala fama de ser peligrosas por las tardes pues salen muchas bandas callejeras a pelear entre sí. Sin embargo, no considero que tenga que temer, puedo defenderme con los aprendizajes que obtuve de mis entrenamientos en clase y con Bakugo y Kirishima, como le dije a Kaminari: "entreno con Bakugo, no hay nada más peligroso que eso".

-Oye... ¿Chica, qué haces tan sola?
-escuché decir a una voz.

-No te importa.

-Pero, es peligroso andar sola por aquí, -dijo una voz femenina- y más si eres tan linda.

Do I Wanna Know? ⸽ Bakugo KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora