"Miente si quieres, me da lo mismo. ¿Me vas a matar?" Shen Qingqiu pregunta desapasionadamente.
"No. Creo."
Paradójicamente, esta respuesta parece enfurecer a Shen Qingqiu.
"Tu energía espiritual se siente apagada. ¿También eres una escoria medio de...
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Capitulo 8: Segundas impresiones.
Después de que Shen Qingqiu vomita, Shen Yuan inmediatamente comienza a limpiar el desorden en el piso. El primer instinto de Shen Qingqiu es ayudarlo, quién sabe si esto no se le pasará por alto más tarde, pero se siente tan enfermo que no cree que sea físicamente capaz de la tarea simple.
Cuando se le dice que descanse, obedece. Cuando las náuseas desaparecen de alguna manera, una curandera lo visita y se presenta como la doctora Huang. Ella le hace un montón de preguntas: su edad, nombre, profesión, lo último que comió. Se pregunta si todo esto es solo una farsa y qué es Shen Yuan o Luo Binghe. – le habló de él. Aún así, responde a todas esas preguntas lo mejor que puede, ya que no ve ningún sentido en mentir.
El único momento en que duda es cuando ella le pregunta sobre el origen de sus heridas.
"Es el trabajo de una bestia demoníaca", espeta, y se niega a dar más detalles. Reconoce una trampa cuando la ve. A pesar de su negativa a responder más preguntas, el sanador limpia y venda sus heridas, incluidos todos los rasguños superficiales que ni siquiera se molestaría en hacer.
Después de que ella sale de la habitación, él intenta meditar nuevamente, pero una vez más no logra alcanzar su energía espiritual. Así es como Shen Yuan lo encuentra. Shen Qingqiu se congela un poco, si Shen Yuan dejó su qi sellado a propósito, podría enojarse con él por tratar de abrirlo, pero Shen Yuan lo deja pasar y solo le pregunta cómo se siente.
Shen Qingqiu se esfuerza por ser cortés en su respuesta, aunque nada le gustaría más que gritarle al hombre para que lo dejara en paz.
"No es que haya hecho mucho más que enfermarte con esos fideos", dice Shen Yuan con una sonrisa de disculpa, como si no lo hubiera salvado de la prisión más vigilada de jianghu y lo hubiera llevado a un mundo completamente diferente. antes de prometer que alimentaría a Shen Qingqiu con cosas más adecuadas de ahora en adelante.
Cuando dice que no es un gran cocinero, Shen Qingqiu siente una oportunidad.
"Puedo cocinar", interviene, porque puede sentir que su deuda con esta persona crece por minuto, y no le gusta ni un poco. Sin embargo, Shen Yuan rechaza su oferta y, en cambio, le dice que debería estar descansando. Shen Qingqiu prueba su suerte y pide comida, ya que todo lo que ha comido antes terminó en el suelo y le duele el estómago de intentar devorarse a sí mismo.
Shen Yuan acepta y va a la cocina. No protesta porque Shen Qingqiu lo sigue en silencio, e incluso le asigna algunas tareas, para las cuales no duda en entregarle a Shen Qingqiu un cuchillo bastante afilado.
Así es como Shen Qingqiu comienza a formarse su segunda impresión de Shen Yuan: que es un joven maestro protegido o un idiota. Obviamente no está acostumbrado a cocinar, como alguien que normalmente no tiene que preocuparse por ello. Shen Yuan lo dijo él mismo que no puede cocinar mucho. Si ese es el caso, ¿dónde están sus sirvientes? El lugar parece estar lleno de objetos caros (la mesa de caoba por sí sola alcanzaría un alto precio), por lo que un joven maestro rico y protegido es una opción probable.
