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Finalmente llega el día en el que le dan de alta.

Genuina felicidad surgió de su interior, odiaba los hospitales y aunque no pudiese ver la apariencia de este, puede olerlo y le desagrada por completo.

Gordon no pudo venir por él.

Intentó llamar a Jose, sin embargo, el gitano no respondió a sus llamadas.

Conway dijo que vendría, aunque pasó un largo rato desde que se lo dijo.

Parece ser que hoy Londres amaneció solitaria, exceptuando el hospital, que contaba con el personal y algunos pacientes presentes.

Le dijo a la enfermera que estaba bien, que se buscaría la vida, intentó mostrarse lo más seguro posible, no obstante, la señora se rehusaba a dejarlo ir sin supervisión de una persona vidente que pudiese cuidarlo.

Así que se sentó en la sala de espera... Esperando... Casi como un niño que había sido olvidado por sus padres en el centro comercial, se sintió estúpido.

Es un adulto y no le permiten abandonar el hospital sin otro adulto vidente que pudiese hacerse cargo de él...

Duda que fuese legal retener a un paciente en contra de su voluntad pero sabe que para irse solo debe rellenar una planilla con sus datos y firmar. Aún así tenía miedo.

¿Y si sale y se pierde por ahí? No conoce Londres para nada.

Así que esperó, esperó... Continuó esperando hasta que se quedó dormido y allí se reunió con cierto rubió de barba blanca, quien lo miraba a los ojos.

Esta vez el celeste en sus ojos de cielo tenía emociones, no se veía vacío.

"Lamento no haber podido ayudarte de la forma en que yo quería... Aún así imagino que tú ya tenías claro lo que querías."

Su voz impregnada con arrepentimiento no se oye en su espacio mental, a pesar de ello, el italiano percibe que el otro escucha atentamente, lo siente en los huesos.

"Gracias, lamento haberte dejado con el viejo, no pierdas tu tiempo con él, no le importas."

Hay algunos hechos y verdades que duelen aún más cuando otro te las dice, duele más de lo que duele darte cuenta solo.

"Lo sé."

Así era, ¿Cómo podría él convencerse de lo contrario?

No hay forma, sabe que a Conway no le interesa su vida, ni sus gustos, ni sus penas, ni sus alegrías.

No le interesa formar una relación de padre e hijo como la mentira que le dijo apenas encontrarse.

Le interesa el poder que tiene sobre él, le interesa controlar su vida, quizás eso es lo que le enfada, que no se deja controlar.

Dejando el rencor a un lado, ese hombre le hacía pasar buenos ratos.

A pesar de que la mayor parte del tiempo lo haga sentir patético e inútil, a pesar de que haga que se odie, a pesar de que le haga sentir que merece tal trato... Conway era agradable.

"Adiós Toni... Nos veremos."

Despertó.

El frío cala en sus huesos, al parecer era algo muy usual últimamente, siempre frío, siempre temblando.

Aquel sueño le robó la poca alegría que había obtenido hoy, las peores verdades son las que la mente no deja salir a flote, aquellas que la mente oculta para que uno sea feliz.

Extraña a Carlo, es tan vergonzoso permitir a Gordon verlo llorar, permitir que seque sus lágrimas, siente que el mayor se ríe de él, aprovechando que no puede verlo.

Cry, little boy.⸻ Tonwayحيث تعيش القصص. اكتشف الآن