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Los días pasaron y tal cual prometieron, la rutina se mantuvo. No se podría decir que ambos se volvieran más cercanos, sin embargo si es que alguno de los dos guardaba nerviosismo por lo sucedido a puerta cerrada, era muy bueno ocultándolo.

Para sorpresa de Kihyun, la presencia de ChangKyun en su vida se volvió una constante. Hoseok por supuesto tuvo mucho que ver pues ambos al ser buenos amigos, procuraba invitar al chico de cabello oscuro a sus salidas o llegaba de pronto a casa de Hyunwoo con un par de cervezas y compañía.

Las cenas compartidas se instalaron al menos una vez por semana con charlas casuales que no pensaron disfrutarían tanto. Era como si el factor del secreto les volviera confidentes de algo sumamente importante que trazó un lazo de amigos de toda la vida.

Por supuesto que los mensajes continuaron a puerta cerrada con las luces de la ciudad colándose por las cortinas corridas, y es que parecía que sus vecinos no tenían problema en demostrar sus actos carnales sin pudor en cualquier parte de la casa. Conscientes o no de si eran observados, no les importaba y esto, además de ser la chispa que encendía las noches de los espectadores al otro lado de la calle, sembraba la semilla de la libertad combinada con la culpa que pasaba tan pronto uno de los dos encendía la pantalla de su celular, enviando el primero de muchos mensajes ardientes y órdenes que ambos disfrutaban en la privacidad de su habitación. Un acto desconocido para todos más que para ellos mismos.

Todo se volvió sencillo, cada uno en su rutina; llegar a casa, charlar un poco sobre lo ocurrido en el día, disfrutar de una película elegida al azar, mirar a Hyunwoo andar por los pasillos casi desnudo como siempre, y, finalmente partir a su habitación con la esperanza de que esa noche el espectáculo diera comienzo; cuando ocurría, ambos caían rendidos con el aparato pesando imaginariamente en su mente, y cuando no, buscaban la manera de llenar su mente con otra cosa que los distrajera inútilmente, pues el pensamiento y el deseo estaban ahí, consumiendolos como adictos a una droga sumamente costosa y placentera.

Un par de semanas transcurrieron hasta que la ausencia del chico rubio se volvió una constante. Kihyun, a través del lente de su cámara, observaba como el chico de cabellera larga y oscura deambulaba solo por el departamento. Pasaba la mayor parte del tiempo sentado frente a la computadora, preparaba sus alimentos cada que llegaba la hora. A veces salía a la terraza con un cuaderno en sus manos, sumamente concentrado en lo que sea que estuviera haciendo. Descubrió incluso que el chico se ejercitaba bastante al igual que su compañero de casa, y, cuando no, complementa su rutina viendo algo en la tv o jugando con su mascota, un lindo perro de gran tamaño que gustaba de dormir a los pies de su dueño.

La maquinaria de su cabeza se echó a andar a los días de la ausencia del otro chico. Pasaba el tiempo libre construyendo una historia para la película que disfrutaba. El chico moreno seguramente trabajaba desde casa, casi podía asegurar que se trataba de algo sumamente genial como las artes, pues no imaginaba a un programador que luciera de esa manera tan desenfadada. Y no es que el chico vistiera mal o fuera descuidado con su apariencia, ¡todo lo contrario! Tenía un cuerpo de envidia y un guardarropa que Kihyun consideraba con mucho estilo informal. Por el otro lado, había observado al chico rubio vestir de traje en varias ocasiones, eso apuntaba a que la ausencia podía tratarse de un viaje de negocios o vacaciones con la familia, pues en todo el tiempo que les había observado, ni una sola vez vio a una tercera persona visitar el apartamento. Se trataba de una pareja diferente entre sí, que se las ingeniaba para encajar cuales piezas de un rompecabezas a medida solo para ellos. Y ahí estaba de nuevo, esa pizca de envidia que se instalaba en su estómago y subía por su garganta, era el momento idóneo para abandonar la fantasía y recordar que todo era solo suposición y la base de una trama de la cual solo cuatro personas eran las protagonistas, dos de ellas completamente ignorantes de lo que estaba sucediendo.

I see you [ showki ]Where stories live. Discover now