05.

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Kihyun decide parar en la cafetería cercana al departamento antes de llegar a casa con un bonche de fotografías a editar. Había pasado toda la mañana trabajando con Hyungwoon quien demandó explícitamente el horario pues tenía planes más tarde. Claro, era el día de San Valentín después de todo, y su amigo no dejó pasar la oportunidad de mofarse de él y recordarle que podría tener también una gran noche si tan solo se dejara de tonterías.

Pero Kihyun tenía una medalla Olímpica en hacer de tonto, cualquier que se metiera en sus pensamientos de los últimos días podía ser testigo de ello.

Fastidiado de la situación, decide marcar a Hoseok quien siempre tenía un plan para ocasiones así.

—Hola, Kihyun, ¿Qué sucede? —responde un tranquilo Hoseok al otro lado de la línea.

—Hoseok,  ¿Te espero hoy en casa?

—¿No tienes planes para hoy? ¡Es San Valentín! —el mayor alza una ceja aun si el otro no puede verlo.

—Gracias, Capitán obvio, pero si lo pregunto creo se entiende el punto.

—Pfff... pero qué grandes perdedores somos. —una de sus adorables risas estalla al otro lado de la línea —Pero si quieres que invite a Chang solo tienes que decirlo.

—Bueno... creí que eso estaba claro, siempre vas con él.

—¡Hey! para el carro, no pensarás en hacer una cita doble o algo así, ¿verdad?

—PERO DE QUÉ CARAJOS ESTÁS HABLANDO? —Kihuyn mira de pronto alrededor, esperando no haber sido demasiado ruidoso.

—Hmm... al parecer vivir con Hyunwoo es contagioso.

El chico de cabello naranja tiene que apartar el celular de su oreja y mirar confundido la pantalla, como si eso le diera una respuesta al tono pícaro que Hoseok estaba utilizando junto a sus enigmáticas oraciones — ¿Perdón?

—¡Olvídalo! si quieres invitar a Chang, tienes su número o si quieres dejar de jugar al tonto también, tienes opciones.

Y colgó.

Kihyun tiene que mirar nuevamente la pantalla, ahora más atónito y confundido que antes.

¿Quién se creía ese tonto? Busca nuevamente su número para volver a marcar y decirle unas cuantas cosas, pero solo basta una mirada distraída al frente para congelarlo por completo.

Ahí están los dos. El chico rubio de cabello corto y el moreno de larga cabellera. Ambos sentados en una mesa contigua y con una taza humeante que reposa en la superficie.

Kihyun se encoge en su asiento tragándose en el proceso toda la sarta de cosas que quiere decir del miedo y sorpresa. Está nervioso, teme incluso ser reconocido por el otro par y que ambos decidan que es hora de encararlo y reclamarle por estarlos observando, ¡es un delito después de todo!

Todo se había terminado. Iría a la cárcel y él era muy joven para eso.

Kihyun bloquea el teléfono más agobiado que antes, su paranoia le hace sentirse observado pese a que la pareja junto a él se encuentra enfrascada en una plática que parece amena, más no puede entender tanto como quisiera pues detecta de inmediato el inglés en ella.

Decidir cuál de los dos acentos es más precioso, sería imposible. El chico de cabellos rubios hacía gala de una voz ronca y jovial. Era como si impregnaba su esencia en cada palabra con un canturreo divertido. Mientras que el moreno parecía recitar poesía mientras respondía al otro con una sonrisa que transmitía calma, justo como Hyunwoo.

A Kihyun le hubiese resultado imposible descifrar de donde provenía, pero no tuvo que esperar mucho para escuchar como el moreno mezclaba el inglés con francés. Ahora ese exquisito acento tenía mucho sentido.

I see you [ showki ]Where stories live. Discover now