Parte 1

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Y ahí estaba, siendo otra vez el centro de atención de las chicas. Con un metro ochenta de estatura, un cuerpo trabajado por el ejercicio a diario, cabello rubio, ojos verdes, sonrisa cautivadora, y una billetera llena de dinero que cualquier perdedor envidiaría, y sí, este soy yo, un tipo con buena fortuna, nacido y criado bajo el apellido Granchester, una de las más prestigiosas familias del mundo. No sé lo que es pasar hambre y tampoco lo que es esforzarse por tener las cosas, ya que todo lo que pido mi familia me lo da, y ha sido así desde que tengo conciencia. Jamás me ha faltado nada, las personas a mi alrededor intentan por todos los medios complacerme, al final, las personas son todas simples, andan tras el dinero de alguien como yo. Pero a pesar de todo lo negativo de las personas o su avaricia, tengo amigos, y aunque no son para nada los mejores del mundo ya que si ellos pudieran pisotearme lo harían, pero no lo hacen porque estoy por sobre ellos en cuanto a estatus social y monetario, lo que me hace estar en el podio principal de los herederos más grandes del mundo. Puedo decir con certeza que mi vida es perfecta, no tengo preocupaciones, jamás me falto nada y si deseo algo me lo dan siempre, podría decirse que soy un hombre con suerte, o eso es lo que yo creía hasta ese día fatídico.

Había amanecido antes de lo normal, lo sé porque casi siempre despierto en ese horario para darme una ducha, pero este día no fue así, antes de las seis ya estaba claro y me dio pereza levantarme, cosa extraña en mi persona, pero por algún motivo no tenía deseos de levantarme esa mañana, así que esperé a que dieran las siete y luego salí de las sábanas, sé que levantarme tarde no va con mi persona, ya que si hay algo que me gusta en esta vida es levantarme temprano, es costumbre más que nada. Pero como decía, ese día todo fue distinto. Cuando sirvió el desayuno la Mary se le quemaron las tostadas así que no las pude comer, por lo que solo bebí un café cargado y salí rumbo a la universidad. Me había olvidado contar ese detalle, soy un estudiante universitario el cual está cursando el segundo año de derecho. Mi meta es ser el mejor abogado del país y claro, cobrar las tarifas más altas del mercado. Como les decía, ese día salí sin comer nada a clases. Cuando quise encender el auto, éste no encendió, así que George tuvo que llevarme a la Universidad. Ya iban dos cosas que habían desorganizado la rutina, pero aun así quise ignorar las señales y hacer como si todo estuviese normal.

Al llegar a la Universidad, cuando pase cerca de unos arbustos, un pájaro se hizo en el aire y justo su mugre me cayó en el hombro, no sé por qué, pero que probabilidad hay de que un pájaro te cague justo a ti. Me quité la chaqueta con cuidado de no macharme y para mala suerte el clima estaba un poco helado, así que toda la mañana anduve congelado, menos mal que tengo las defensas altas y no me resfrié. Cuando llegó la hora de almuerzo y fui al casino, un chico bien torpe paso a mi lado y tropezó, haciendo que su bandeja fuera a parar en mis pies, por suerte logré esquivarlo un poco, pero igual mis zapatos quedaron manchados. Así que algo dentro de mi ese día decía que estuviera alerta, era como si la mala suerte hubiese decidido posarse en mi persona, porque todo estaba saliendo mal, aun así, continué con la rutina, tratando de ignorar las siguientes señales.

Eran más de las cuatro de la tarde cuando había quedado reunirme con unos amigos, para pasar el rato, pero cuando iba rumbo a la cafetería donde se supone nos encontraríamos, me doy cuenta que están los bomberos y que hay muchas personas observado lo sucedido, resulta que la cafetería se incendió ese día. Al mirar alrededor me doy cuenta que mis amigos hacían señales, así que me acerqué a ellos, y relataron lo que sucedió. Por lo que decidimos iros a uno de sus departamentos y ahí pasar el rato.

Cuando estábamos tomando cerveza y comiendo pizza, casi me ahogo, estuve a segundos de ir a parar al hospital, y todo por estar bromeando con mis amigos. El resto del día culmino de manera tranquila, o eso era lo que creía.

Al llegar a casa me encuentro con la noticia de que mis padres se irían a un viaje de negocios, por lo tanto, estaría solo cuatro meses. Lo que me pareció perfecto, así podría hacer lo que quisiera. Esa noche cuando subí a la habitación note algo extraño, era como si alguien hubiese revuelto mis cosas, pero cuando le pregunte a George si alguien había entrado a mi habitación, él dijo que nadie. Lo extraño fue que las cosas estaban desordenadas, pero, imaginé que tal vez yo mismo las había dejado así y no me acordaba. Así que decidí darme un baño luego y recostarme en la cama, pero cuando cerré los ojos...

-Al fin te encuentro.

La chica de los bracketsTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang