Vanessa Wildsmith se ha mudado con su hermana en Londres debido a su nuevo trabajo. Ahora, ella tiene que aprovechar este verano para saber a qué se quiere dedicar y que es lo que va a estudiar pero mientras lo hace, ha tomado la decisión de trabaja...
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Pasaron ya unas cuatro semanas y las cosas parecieron haber mejorado. En lo que cabe. Quiero decir, yo me siento mejor conmigo misma. Pasar tiempo lejos de James me ha dado mucha paz y mucho más ahora que he pasado más tiempo con Alex. El no sabe el porque me encontraba muy triste y aún así, encontró cada momento disponible para sacarme una sonrisa. Es el mejor. Y también, empecé a pasar más tiempo con Harry ya que vivimos en la misma casa.
- buenos días. - le dije a Chiara una vez que bajé a desayunar un sábado a las once de la mañana, aprovechando que ese día no tenía trabajo. Le di un beso en la mejilla y ella sonríe.
- ¿por qué tan feliz? - me pregunta ella, quien estaba sentada en la mesa desayunando con Sirius y Peter.
- ¿Que más da? Aprovechemos de nuevo viendo de buen humor a Nessie. - Sirius me sonríe y yo por igual a él y me fui directo a la cocina para hacerme algo de desayunar, cuando James e encuentra ahí. Mi sonrisa se borra de inmediato.
La razón por la cual estaba tan feliz, era porque no había estado viendo a James. Trabajo siempre hasta las cinco de la tarde, lo cual me mantiene ocupada caí todo el día y cuando llegaba, siempre salía ya sea con Harry, con Larissa o con Alex. Entonces no tocaba la casa hasta que fuera de noche sabiendo que así no lo vería.
Me he prometido cambiar, por mi bien. No cambiar cambiar ya que no creo que esté haciendo o esté mal de alguna manera, pero si que no iba a dejar más que todo este tema de James me afecte y mucho menos el que Lily siguiera buscándome como espía por así decirlo. En cuanto la vea, lo primero que haré será regresarle su tonto dinero.
- buenos días. - el me dice y yo tan solo finjo una sonrisa, para acercarme al refrigerador y sacar algo de lo que había preparado yo en la noche. - Remus tomó la charola de galletas antes de salir de la casa.
- no pasa nada, para eso son. Para que puedan disfrutarlas. - levanté ambos hombros y estaba por salir de la cocina, cuando el se coloca justo enfrente. - ¿quieres que haga más?
- no, solo quería saber cómo estás. Hace tiempo que no te veía.
- lo mismo digo. - James me entrega una de mis galletas y con emoción la tomo para morderla. - hey, gracias.
- te ves preciosa. - el me sonríe y opto por mejor dejar de comer e irme. No me gustaba que me dijera eso en estos momentos, no cuando todo iba muy bien ya. - ay vamos, por favor dime que no te vas a ir solo porque te dije eso. - me dice en voz baja y acercándose más a mi aprovechando el que no había nadie en la cocina pero si podían oírnos porque estaban en el comedor de afuera.
- ¿cómo prefieres que reaccione? Quieres que brinque de la emoción y te abrace. - eso hice, puse mis manos sobre su cuello. - y diga "wow James, adoro cuando me llamas así".
- es una buena reacción.- me sonríe y pasa sus manos por mi cintura pero lentamente me separo y me meto lo que queda de galleta a la boca.
- espero que tengas un buen día James.- dije con dificultad ya que aun tenía comida en la boca.
